El gesto de Gerard Piqué que sorprende a Joan Laporta y al Barça

En el Barça tienen un problema por resolver muy grave, pues, de momento, siguen sin haber inscrito a sus nuevos refuerzos. Y parece muy difícil que lo vayan a conseguir antes de medirse a la Real Sociedad, en la primera jornada de La Liga Santander, que disputarán el domingo. Eso implicaría que Ronald Koeman no podría contar ni con Eric García, ni con Emerson Royal ni con Memphis Depay, siendo este último el caso más doloroso, pues apunta a ser indiscutible.

La masa salarial sigue siendo demasiado elevada, casi inasumible, y no conseguirán equilibrar finanzas hasta que no cierren una serie de salidas. De momento, todo sigue enquistado, y Joan Laporta no es capaz de encontrar destino a Samuel Umtiti, Miralem Pjanic, Martin Braithwaite o Clément Lenglet, solo por mencionar algunos. Aunque, en este contexto, ha recibido una ayuda inesperada, y un futbolista de la plantilla ha tenido un bonito gesto.

No es otro que Gerard Piqué, que ha demostrado tener un gran sentimiento de compañerismo, y sentir los colores del club como pocos. Porque, consciente de la delicada situación que atraviesan, que ahora mismo está en un punto límite, ha aceptado una rebaja en su salario. Y no ha sido poca cosa, pues ha aceptado pasar a cobrar algo menos de seis millones de euros netos por temporada, lo que es bastante poco, teniendo en cuenta su jerarquía y su experiencia.

Hasta hace no mucho, cobraba prácticamente el doble, por lo que ha sido un descuento impresionante. No hay suficientes palabras para agradecerle al segundo capitán culé el gesto que ha tenido, si bien eso no ha servido para conseguir el gran objetivo, que era retener a Leo Messi. Finalmente, como ya todos sabemos, el astro argentino se ha acabado yendo libre, y ha sido presentado como nuevo jugador del Paris Saint-Germain de Mauricio Pochettino.

Ahora, el ‘3’ espera que su sacrificio al menos sirva para algo, y puedan inscribir a los nuevos fichajes. El Barça ya se está moviendo para ello, y está trabajando día y noche para salirse con la suya.

El tiempo corre rápido, y no a su favor, precisamente.