Estaba sentenciado con Zidane: ahora también con Carlo Ancelotti

No tiene futuro en el Real Madrid

Estaba sentenciado con Zidane: ahora también con Carlo Ancelotti

Marcelo Vieira tiene más vidas que un gato, pero poco a poco se le van acabando todas. Su declive fue abrupto, y perdió su puesto con Sergio Reguilón, antes de que Zinedine Zidane regresara al banquillo del Real Madrid, sustituyendo a Santiago Solari. Con el galo, gracias a su gran amistado, tuvo una nueva oportunidad para reivindicarse… pero la desaprovechó. Y demostró que sus mejores días ya habían quedado muy atrás.

Poco después se firmó a Ferland Mendy, que costó un dineral, y que ha sido intocable desde que aterrizó. No roza la excelencia, y tiene bastantes lagunas técnicas, pero a nivel defensivo da mucha seguridad. Ese es el gran déficit del internacional brasileño, que es un coladero en labores de repliegue. Nunca ha sido su especialidad, pero, antes, cuando el físico le acompañaba, podía camuflarlo mucho más. Ahora, ya ni siquiera es de ayuda en acciones ofensivas.

Marcelo

Aún y así, no se quiso marchar, y se quedó gracias a ‘Zizou’, aunque fuera suplente habitual, y ya ni siquiera fuera la primera opción para entrar desde el banquillo en el carril izquierdo. Con Carlo Ancelotti, otro que también le dirigió en su mejor momento, se encontró con una reválida… que de nuevo ha dejado escapar. Y es que Miguel Gutiérrez ha demostrado ser una opción mucho más fiable, pues siempre que juega, impresiona a todos. Y se está ganando la titularidad en el Madrid.

Al igual que el curso anterior, el chaval de 20 años le ha pasado la mano por la cara a ‘Marce’, pese a su inexperiencia en la élite. Se le nota mucho más ambicioso y fresco, y está llamado a ser el dueño de ese carril durante mucho tiempo. El ex de Fluminense, actualmente lesionado, tiene muy complicado poder jugar esta campaña, y más, cuando se recupere Mendy. En la pretemporada ya dejó muestras de que no está preparado para el más alto nivel.

‘Carletto’ se ha dado cuenta de que no puede confiar en el ‘12’, por más que le tenga un gran aprecio, y sea muy importante en el vestuario.

De hecho, es el que ha heredado el brazalete de capitán.