Joan Laporta consigue lo imposible: encuentra destino a un descarte
Ronald Koeman asumía que se quedaba
Moussa Wagué fue una de esas contrataciones criticadas e inexplicables que hizo en su día Josep María Bartomeu. Quedó impresionado con sus actuaciones en el Mundial de Rusia en 2018, y no dudó en pagar unos cuantos millones de euros al que era su club, el KAS Eupen belga, para llevárselo. En un principio, estaba predestinado para el filial, pero se le veía con potencial para asentarse en el primer equipo del Barça. Y, más o menos, se puede decir que lo logró.
Al menos, tuvo la oportunidad de debutar en partido oficial, lo que no está al alcance de todos. E incluso se le dio dorsal y ficha profesional, aunque, como era de esperar, jugó entre poco y nada. Por esa razón, en enero le cedieron al OGC Niza, con el que comenzó a tener continuidad… hasta que llegó el COVID 19. Y, como bien sabemos, la federación francesa decidió dar por terminadas todas las competiciones, de modo que el africano no pudo tener más minutos.
Sin ritmo, y sin espacio en el Camp Nou, Ronald Koeman le abrió las puertas, y le dejó bien claro que no entraba en sus planes. Así que de nuevo se marchó mediante un préstamo, esta vez, a Grecia, concretamente, al PAOK de Salónica. Y allí comenzó muy bien, hasta que una grave lesión, en uno de sus primeros encuentros, le frenó en seco. Aún no ha podido volver a jugar, e incluso se llegó a temer por su carrera. Ha pasado un verdadero calvario.
Por suerte, el internacional senegalés ya está de vuelta, y, por el momento, sigue perteneciendo al Barça. Eso si, ni siquiera está inscrito, y le han vuelto a comunicar que debe buscarse un comprador. Con Sergiño Dest, Emerson Royal y Sergi Roberto, tienen el puesto de lateral derecho más que cubierto. Pero parecía tarea complicada para Joan Laporta poder colocar en algún equipo a un jugador que apenas ha sumado unos pocos choques en dos años.
Sin embargo, ha obrado el milagro. Y ha conseguido que Wagué se marche, nuevamente, a la Ligue 1. Nada más y nada menos que al vigente campeón, el LOSC Lille, que podría pagar unos tres ‘kilos’.
Pinta bien.