Mariano y dos más: los cracks del Real Madrid a los que nadie quiere
Carlo Ancelotti los quiere a todos fuera
En el Real Madrid tratan de encontrar destino a varios efectivos más, para poder hacer algún fichaje, o, directamente, para aligerar una plantilla en la que hay muchos jugadores que no aportan nada. Carlo Ancelotti ha señalado a varios, y entre ellos se encuentra un Mariano Díaz que hace tiempo que está en la rampa de salida. El problema es que, ni el hispano-dominicano se quiere marchar, ni ha recibido aún ninguna propuesta en firme.
Y no es el único problema que tiene Florentino Pérez, que pide dar un voto de confianza a la cantera, donde hay varios talentos muy prometedores. Porque, al igual que el ex del Olympique de Lyon, hay otros dos futbolistas a los que quieren colocar en algún lado, pero no viene siendo posible. Allí encontraríamos los casos de, entre otros, Luka Jovic, que parece tener prioridad a la hora de quedarse respecto al ‘24’, pero solamente por ser más joven.
Porque su rendimiento, desde que aterrizó en La Liga Santander, ha sido realmente nefasto. Muestra de ello son los apenas dos tantos que ha conseguido en todo este tiempo, una cifra deprimente, sobretodo, si la comparamos con sus registros en el Eintracht de Frankfurt. Pocos tienen esperanza en que vuelva a su mejor versión, pero en el Santiago Bernabéu tampoco quieren regalarle. Y más, teniendo en cuenta que se gastaron 60 millones de euros en sus servicios.
A no ser que venga un club con mucho dinero bajo el brazo, no le dejarán marcharse. Y, por el momento, no han recibido ni una sola llamada. Para acabar, tendríamos a un Álvaro Odriozola que ha sido perseguido por las lesiones, y que tampoco ha estado a su 100% con la elástica del cuadro blanco. Dani Carvajal es titular indiscutible, y, para colmo, Lucas Vázquez parece haberle adelantado para ser la segunda opción en el lateral derecho.
Ancelotti no cuenta con ninguno de los tres, pero parece que no le quedará más remedio que quedárselos. Dos semanas quedan todavía de mercado por delante, para tratar de lograr deshacerse, al menos, de uno.
Pero la fe cada vez es netamente inferior.