¿Qué le pasa a Peñaranda? La pregunta con respuesta en el Granada

El Granada no termina de arrancar. Sumido en plena pelea por eludir el descenso y todavía asimilando las formas de su nuevo técnico, José González, se enfrenta a un final de temporada con el agua al cuello, algo que no es nuevo en la ciudad andaluza pero con lo que siempre han sabido lidiar. Y esta campaña, para tratar de salvarse, tanto el técnico como la entidad y la afición confían en Adalberto Peñaranda. Probablemente el que ha sido el futbolista revelación del campeonato es, sin duda, la mejor baza de los nazaríes para evitar la Segunda División. El problema es que el vinotinto se encuentra sumido en una grave crisis personal.

Y es que Adalberto acumula diez jornadas sin ver portería. Esto lo nota, lógicamente, un Granada que disfrutó mucho de su aportación futbolística, sobre todo, antes de las Navidades: cuatro goles, asistencias y un fútbol vertiginoso y vertical que complementaba muy bien con Success, su compañero en ataque. Pero todo eso se ha ido esfumando con el paso de las jornadas, justo cuando nos acercamos al momento más determinante de todo el curso.

¿Los motivos? Probablemente la sobreexposición a los medios, la fama y la presión de ser la cabeza visible de un equipo de Primera que lucha por sobrevivir con los mejores, con sólo 18 años. La explosión de Peñaranda en España no dejó impasible a Europa y al resto de equipos de la Liga. Mientras la familia Pozzo intentaba atarle en corto con una venta ficticia al Watford, se ponía sobre la mesa el interés del Valencia y del Sevilla... y más tarde del Barça y el Real Madrid. Sólo rumores, pero mareantes para un jugador de 18 años.

El nuevo entrenador le ha modificado su sitio en el terreno de juego, algo que también ha afectado al futbolista. Ahora, Peñaranda intenta mantener su titularidad en el equipo a falta de pocas fechas para el final de la campaña. Tratando ser decisivo. Puede que en este tramo final se defina su futuro en la Liga.