Así ha logrado el Sevilla (casi) meterse en octavos: 5 cosas que aprendimos
Los de Jorge Sampaoli brindan una fantástica noche europea a su afición goleando al Dínamo de Zagreb en el Pizjuán.
Parece que, tras las dudas iniciales, el proyecto de Jorge Sampaoli en el Sevilla 2016-2017 ha despegado y con aires de grandeza. Cuando a principios de septiembre todo eran dudas en torno a una idea quizá demasiado osada de un técnico sin experiencia en Europa, entramos en noviembre viendo a un equipo invicto en la máxima competición Continental, que aún no ha encajado un gol en contra y que en la Liga es capaz de mirarle a la cara a los favoritos. Y todo ello sin contar con que ha pasado por momentos de dudas y dificultades, que no obstante ha superado con más resultados que juego, justo lo que hacen los grandes. El Dínamo de Zagreb no fue rival para un conjunto que, esta noche sí, dejó a un lado los triunfos sufridos y por la mínima y se despachó a gusto, dándole a la hinchada su primera gran noche de éxtasis europeo.
Sevilla 4 - Dinamo Zagreb 0
Sin Nasri. Encontrar el camino del gol y un guía en ataque era el gran temor de este equipo, que había ligado sus éxitos recientes a un futbolista lleno de magia pero tan inestable como el francés. Tenía que reinventarse sin el mediapunta galo por lesión, y así lo hizo. Con un Ganso que también va evolucionando en lugar del ex del City, flanqueado por Kranevitter como barrendero y N'Zonzi como socio y agitador habitual. Mariano y Escudero ponían la profundidad por los costados, y Vietto poco a poco va sacando todo su talento a relucir. Su gol, el primero, el que abría la lata, fue producto de su habilidad dentro del área, algo que si estalla puede hacer subir al conjunto nervionense muchos enteros.
El Dínamo, con diez. Los croatas nunca fueron rival para el conjunto de casa, pero menos aún cuando Stojanovic vio la segunda cartulina amarilla justo antes del descanso. En ese momento fue como ponerle una cuesta abajo al Sevilla, en el que volviendo a Ganso, si todo juega a favor del brasileño le convierte en una delicia, todo lo contrario en escenarios adversos.
Una segunda parte de fiesta. En medio del jolgorio de la grada y de los sueños que ya empieza a fabricarse Nervión, llegaron más goles. Primero uno de Escudero, que sigue llamando a las puertas de la Selección con galopadas de vértigo, otro de N'Zonzi por alto y un último de Ben Yedder, delantero que siempre aporta las ganas propias de quien quiere ganarse un sitio.
La Juve no cumple. La única mala noticia de la noche llegó al filo del final. El empate del Lyon ante la Juventus pospone la clasificación del Sevilla, al que le basta un punto en los próximos dos encuentros para meterse en octavos. Y todo en una competición que parecía prohibida para los andaluces. Que siga el sueño.