Un protegido de Florentino Pérez mete presión a Lopetegui (y no es Benzema): Un Crack, en peligro

Muchas incógnitas en el partido que el Real Madrid disputa este domingo en Girona ante el equipo catalán (22:15 horas, estadio de Montilivi). Tras la cómoda pero sosa victoria de los blancos en su debut liguero ante el Getafe, la primera salida medianamente incómoda del campeonato determinará en qué estado de gestación está el nuevo equipo que está tratando de armar el técnico vasco.

Un equipo al que le faltaron piezas que se antojan clave en la primera fecha. Para empezar, Thibaut Courtois, que podría ser titular ya este domingo o esperar para empezar a serlo de continuo después del parón por partidos de Selecciones. En manos del entrenador estará, también, realizar rotaciones, que podrían llegar en todas las partes del equipo excepto en una... o eso parece.

Porque uno de los debates que más controversia han suscitado en esta semana ha sido la no presencia de Vinicius Junior en los dos encuentros oficiales que el Real Madrid ha disputado hasta ahora. El brasileño se ha quedado atrás en las rotaciones, por debajo de futbolistas como Lucas Vázquez o incluso Borja Mayoral.

Muchos aficionados no entienden la falta de oportunidades para un joven futbolista que fue de lo poco, o prácticamente lo único que pudo echarse a la boca el hincha madridista en cuanto a novedades ilusionantes este verano. Lopetegui, sin embargo, busca proteger al chico, sobre el que ya hay un considerable manto de expectativa que podría jugar muy en su contra.

Florentino Pérez. Pero Vinicius no deja de ser una apuesta muy personal del club, dentro de la nueva política que su presidente lleva ya varias temporadas imponiendo: fichajes jóvenes y prometedores. Por ello, cuanto menos juegue Vinicius, mayor será la presión interna y externa sobre un Lopetegui que, por otro lado, no para de solicitar el fichaje de un delantero centro que refuerce al equipo. Desde la entidad contestan a su manera: la solución no está fuera, es Vinicius.

Sacrificado. En estas, el partido ante el Girona podría suponer, en efecto, el debut del brasileño con la camiseta blanca. Y de hacerlo, supondría con casi toda seguridad el regreso al banquillo de otro de los hijos predilectos de la grada: Marco Asensio. Los fogonazos que dio el balear en pretemporada brillando como falso '9' se han evaporado con dos discretos partidos en cuanto a peligro para la portería rival en el inicio de la competición oficial. El mallorquín sería el sacrificado, dentro de un debate que empieza a ser importante.