De Stephen Curry a LeBron James y Wembanyama: el desengaño es épico, y Harden los acompaña
Lesiones, malos resultados, rendimiento y críticas hacen trizas cuatro proyectos
Nadie en la Conferencia Oeste tiene en estos momentos una racha peor que Golden State Warriors, salvo, claro está, los San Antonio Spurs de Victor Wembanyama y Los Angeles Clippers de James Harden. Junto a ellos la apuesta de Los Angeles Lakers naufraga y el equipo lo paga. Y con todo ello podemos formar un cóctel que permite explicar la caída a los infiernos de tres históricos y un eterno aspirante.
De California a Texas
Duodécimo y decimotercero, así están Clippers y Spurs tras diez y once partidos disputados, respectivamente, en lo que va de temporada; sobra decir que ninguno de los dos bloques está funcionando. Parte de esa frustración la pagó últimamente Paul George con los árbitros, lo que le ha costado una multa que refleja cómo el equipo está roto. Es más, la opinión pública angelina no es tan benevolente y carga directamente contra el eje de esta vorágine de derrotas sin fin, el fichaje estrella, James Harden. Los nubarrones en el eterno aspirante de la NBA pesan sobre La Barba y a estas alturas se habla de consecuencias.
Asimismo, partidos decepcionantes ante Nueva York, Indiana y Oklahoma, tres de sus últimos cinco duelos tejanos, hacen que la figura de Victor Wembanyama empiece a notar el desgaste, incluso llegando ciertas opiniones a colocar a otros rookies por delante del francés, como por ejemplo unos Chet Holmgren y Cason Wallace quizá no tan dotados física y técnicamente, pero más efectivos.
Por California, malas sensaciones
Malas sensaciones también desprenden Warriors y Lakers; unos, hundidos con su quinta derrota consecutiva, esta ante los Thunder (109-128); y los otros mosqueados con una de sus grandes apuestas, Gabe Vincent. Sin confianza, el ex Heat está decepcionando enormemente junto a LeBron, Davis y compañía. Por su parte, los de La Bahia además de haber perdido a su gran estrella por lesión, Stephen Curry, ahora hacen lo propio (otra vez) con Draymond Green, sancionado con cinco partidos por agarrar del cuello a Rudy Gobert en la tangana ante los Timberwolves. Y los resultados ya se empiezan a notar ante sendas ausencias; Steve Kerr está desesperado.