Después de George Floyd, ahora esto: LeBron James entra en cólera

La NBA es un hervidero de problemas

Después de George Floyd, ahora esto: LeBron James entra en cólera

Falta algo más de un mes para que se reanude la mejor liga de baloncesto del mundo (se iniciará el próximo 30 de julio) y el entorno de la competición es un hervidero de polémicas, mensajes cruzados y miserias sacadas a la luz -como el latente racismo de una sociedad, la estadounidense, cargada de contradicciones de base-. Mañana, no obstante, los jugadores están llamados a filas para empezar a entrenar rumbo a la reanudación de Orlando. Pero justo cuando las aguas empezaban a estar en su cauce, ha saltado otro escándalo a la primera línea que irrita a LeBron James.

Si aún colea el viejo debate de las razas en Estados Unidos, ahora es la misoginia la que puede estar abriendo una nueva brecha. Y de nuevo el mejor jugador de Los Ángeles Lakers y uno de los mejores de todos los tiempos, King James, ha salido al paso de las críticas, dando la cara y enfrentándose a todos aquellos que insultan y vejan. En este sentido, el hecho polémico han sido las amenazas a la mandamás de los Lakers y al mismísimo Kobe Bryant.

LeBron James y Jeanie Buss

Jeanie Buss recibía estas intimidaciones contra ella y la figura del legendario 24 angelino en las redes sociales, siendo insultada. Sin embargo El Rey respondía rápidamente con un somero “Te quiero Jeanie”. El 23 nunca se esconde, ni sobre la pista ni fuera de ella, y aquellos que quieren desperdigar el odio por su país ya saben que tienen un enemigo en LeBron. Y aún así ya hay otro hecho en una franquicia mítica, New York Knicks, que puede hacer crecer esta lacra. No damos abasto. Y es que Becky Hammon, la legendaria ex jugadora de la WNBA, puede convertirse en la nueva entrenadora del equipo del Madison Square Garden. Primera mujer de la historia en hacerlo.

La asistente en San Antonio Spurs de Gregg Popovich es una de las figuras que sopesa el mítico equipo para poner al frente de su desastroso proyecto y cambiar así su mal camino. Los neoyorquinos no levantan cabeza desde los Latrell Sprewell, Allan Houston, Marcus Camby y compañía. Esta sequía de alegrías en la Gran Manzana, que dura más de 20 años, hacen de Hammon el efecto rompedor que quizá necesiten en la capital del mundo. Solo esperamos que se la respete y no vuelva arder la NBA. De hacerlo, seguro que LeBron estará del lado de Hammon.