Explota el caso Ben Simmons y salpica a Joel Embiid y Damian Lillard

El fichaje de Andre Drummond y una amplia plantilla con experiencia en Playoff, amén del previsible nivel excepcional que volverá a exhibir esta temporada su estrella, Joel Embiid, hacían prever que Philadelphia 76ers sería uno de los huesos duros de la Conferencia Este y un aspirante de segundo orden al título de la NBA, pero ya nadie mete a los Sixers en el saco de favoritos, no al menos desde que estalló con toda su virulencia el asunto Ben Simmons, que ahora salpica a The Process y Damian Lillard.

Por un lado, era Marc Stein quien hacia saltar las alarmas en torno al equipo de Pensilvania y con respecto al playmaker y su amenaza de no presentarse en los entrenamientos del equipo del Wells Fargo Center, asegurando que la idea en este sentido de Fresh Prince es firme e inamovible. Es más, los propios Sixers estarían enterados de la situación y ya estarían en contacto con el 25 para tratar de hacerle ver que una salida es poco menos que imposible.

Aunque seamos claros, hablar de imposibles en la mejor liga de baloncesto del mundo es un atrevimiento demasiado grande. Simmons ha optado por la vía James Harden en Houston Rockets, que también tienen lo suyo, llevando al extremo la desidia de volver a verse relacionado con una franquicia que, a su modo de ver, le ha despreciado. El problema en todo este asunto es que, con Simmons, el jugador al que llaman ‘el más sobrevalorado’, tienen un sonoro problema en la franquicia de Este si quieren separar sus caminos, ya que tiene cuatro años de contrato y unos poderosos emolumentos.

Con todo y más, se la han tratado de buscar alternativas, equipos con capacidad y ganas de hacerse con el jugador de los Sixers y todos los caminos, también los que desean en Filadelfia, llevan a Damian Lillard y Portland Trail Blazers. Aunque en este caso el trato propuesto no implica a Sub Zero, sino a CJ McCollum y Robert Covington como monedas de cambio por el jugador sixer. Se apunta que las dos partes ganarían con el trato, donde en Oregón Lillard tendría en Simmons a un socio prometedor y en los mismos 76ers ganarían en manejo de balón y anotación. No sabemos si este trato es posible, pero a estas alturas no les quedan muchas más salidas a todas las partes.