LeBron James dirige 'otro' BLM: arde la NBA y Embiid echa gasolina
Tras el Black Lives Matter, el lío ahora vuelve a unir a las estrellas
El pasado mes de agosto, en plena Burbuja de Orlando -esa extraña y ultra concentrada competición que se sacó de la manga la NBA para culminar una temporada que volvió a coronar a LeBron James, esta vez en Los Angeles Lakers- saltó a la palestra uno de los asuntos más graves en la historia reciente de la mejor liga de baloncesto del mundo cuando los Milwaukee Bucks se negaron a jugar su partido contra Orlando Magic. Lo hicieron tras los disparos de un policía a Jacob S. Blake, joven afroamericano víctima de la violencia policial de EEUU. Así nació el movimiento Black Lives Matter, como decimos último gran intento de boicot a la competición. Pues bien, ahora de la mano de The King y secundado por Joel Embiid, las estrellas vuelven a la carga paralizando los planes de la liga.
Esta vez afortunadamente no hay que lamentar un brutal ataque como aquel que dejó gravísimamente herido a Blacke, sino un elemento que ha hecho chocar a la competición con las grandes estrellas de firmamento de la liga. Y es que la organización quiere que se celebre el All Star Game de la NBA a toda costa, pero la concentración de partidos y la ausencia de público hacen que los jugadores no entiendan su conveniencia.
Concretamente LeBron ha alzado la voz al respecto, asegurando que “tengo cero energía y cero ganas de un All-Star este año. Mis compañeros y yo hemos tenido poco descanso, 71 días, entre temporada y temporada, y al inicio nos dijeron que no iba a haber All-Star y por lo menos íbamos a tener un pequeño relax”. Y no ha sido el único, también The Process se ha manifestado tajante sobre este asunto, incluso retando a la competición, concluyendo que no tiene claro si irá, de celebrarse.
Recordemos que la pandemia ha trastocado el inicio de la competición y esta va a ser más intensa de lo normal, lo que para las franquicias que culminaron la pasada temporada más tarde, como es el caso de los de púrpura y oro -que de hecho lo hicieron los últimos junto a Miami Heat, ambos finalistas de la campaña 19/20- supone un esfuerzo acumulado que les puede pasar factura, máxime cuando el fin de semana de las estrellas es una fiesta para la gente, que no estará presente. Se avecinan curvas y un nuevo jaque de los jugadores a la NBA.
