Nash rebaja la euforia con Griffin y le manda un recadito de aviso

Los Nets de Steve Nash habían empezado a meter miedo de verdad. A los James Harden, Kyrie Irving y Kevin Durant ahora se unía el ala-pívot de 2,06 Blake Griffin, uno de los jugadores más físicos dentro de la zona, con una facilidad asombrosa para hacer mates frente a los pívots más intimidadores de la liga. Los cuatro fantásticos están llamados a batir a todos sus oponentes en el este de cara a llegar a la Final de la NBA y a derrocar a los Lakers de LeBron en la hipotética final (con el permiso de los Utah Jazz, mejor equipo NBA ahora mismo).

Griffin está buscando un equipo campeón donde hacerse con un anillo que no ha ganado nunca. El veterano jugador tiene ya 31 años y su carrera entra en la recta final. El que fuese número 1 del Draft de 2009 (debutó en la NBA un año después por una lesión gravísima en su rodilla) quiere retirarse con, al menos, un anillo entre sus dedos y los Nets le ha parecido la mejor opción de cuantas se le presentaron.

Ahora bien, Steve Nash, el entrenador de los Nets, ha dejado muy claro que la entrada de ‘High Griffinition’, como se le conoce al de Oklahoma en la NBA, en el equipo de los Nets no será inmediato y que esta podrá durar días o incluso semanas. Griffin disputó su último partido el pasado 12 de febrero, cuando se lesionó y dijo adiós a su periodo en Detroit para buscar una nueva franquicia ganadora.

Las palabras del mister de los de New Yersey ha dejado helada a una afición que quiere ver ya en acción a los cuatro jugones que tienen en el equipo, pero su entrenador se lo ha dejado claro: hasta finales del mes de marzo podrían no verle jugar con la camiseta de los Nets. Ahora Griffin ya lo sabe: si quiere jugar y tener minutos de verdad en un equipo aspirante a todo deberá ponerse a punto lo antes posible porque el equipo puede, perfectamente, vivir sin él. De hecho, su balance en los últimos 10 partidos es de 9 victorias y una sola derrota.