Secreto bomba: si Butler vence a LeBron James será el hazmerreír

Pese a que hay actores que ni mucho menos son secundarios y serán claves en la final de la NBA, el partido de los partidos de esta temporada, el Lakers-Miami, se ha presentado como una batalla entre LeBron James y Jimmy Butler no solo por al anillo, que también, sino por ser el jugador franquicia capaz de llevar a su equipo al título. Pero la presión, por plantilla e historia, está en los hombros de The King, más aún con este hecho planeando sobre la mente de los directivos de los Lakers.

Y es que la estrella y adversario de LeBron en la final pudo ser Laker al principio de temporada, lo cual habría configurado un equipo de ensueño en la franquicia californiana y que, por el contrario, ahora puede ser la pesadilla de la Fiebre Amarilla. Fue en este caso Pat Riley y los Miami Heat quienes se aprovecharon de la indecisión del cuadro de Staples Center para lanzarse a por el jugador tejano y firmarlo, en lo que se ha sido un tremendo acierto por parte del campeón de la Conferencia Este. 

Con todo y más, la profundidad de los de púrpura y oro parece arma más que de sobra para doblegar la resistencia y la revolución de unos Heat que aspiran a dar la campana con mayúsculas, después de imponerse sin ser favoritos a los muy decepcionantes Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo y a los Boston Celtics de Kemba Walker, Jayson Tatum y compañía, un equipo que pinta bien por juventud pero al que aún le faltan algunos extras.

En lo referente a la serie, que se inicia hoy (de madrugada, a las 3.00, hora española) LeBron James y Anthony Davis son dos instrumentos tremendos que hacen favoritos a los de la Costa Oeste, pero lo cierto es que la igualdad en los números en este Playoff entre los dos equipos, como bloques, es bastante importante. Ambos han cedido en su camino tres derrotas en sus 12 victorias y poseen un rating ofensivo-defensivo ligeramente favorable a los californianos: ya que mientas los Lakers poseen un ataque de 115,6, los Heat aportan 113, 4; y defensivamente el 107,8 angelino choca con el 108,9 de los de Florida.