Un equipo revelación quiere hacerse con la estrella de los Warriors y a Curry le cuesta asimilarlo

Aún falta por resolverse el tramo más importante de la temporada en la NBA y los Golden State Warriors tienen preocupaciones más urgentes que mirar a la futura composición de la plantilla, pero en San Francisco ya saben que Klay Thompson tiene un inesperado pretendiente en la competición para poner a fin a una ilustre etapa en el Chase Center, los Orlando Magic.

Según hemos podido saber en Don Balón, el conjunto de Florida ha dado el primer paso con la vista puesta en cerrar un movimiento que pondría patas arriba la NBA al filtrarse su interés en convencer a Thompson, el dinámico escolta de los Golden State Warriors, para liderar su proyecto deportivo a partir de la próxima temporada.

Con la franquicia de Orlando buscando revitalizar su equipo y construir una base sólida para el futuro, la adquisición de Thompson sería un paso significativo hacia ese objetivo. Se sabe que los Magic están dispuestos a hacer una oferta tentadora para asegurar los servicios del tirador estrella, quien ha demostrado su valía en múltiples ocasiones en la cancha.

Sin embargo, el posible traslado de Thompson no solo tendría repercusiones en Orlando, sino que también tendría un impacto emocional en su compañero de equipo en Golden State, Stephen Curry. Ambos han formado una de las duplas más temibles en la historia reciente de la NBA gracias asu habilidad para anotar desde el perímetro y su envidiable entendimiento en la cancha.

Para Steph, la partida de Thompson representaría una pérdida significativa tanto en lo deportivo como en lo personal. La química entre ambos jugadores trasciende las estadísticas y ha sido fundamental en el éxito de los Warriors en temporadas pasadas y adaptarse a jugar sin su compañero de backcourt sería un desafío considerable para Curry y para el equipo en general.

Aunque Curry ha demostrado ser un líder excepcional y ha sido capaz de llevar a los Warriors en situaciones difíciles, la ausencia de Klay dejaría un vacío difícil de llenar. La posibilidad de enfrentarse a su amigo y compañero de equipo en un contexto competitivo sería un giro emocionalmente desafiante para Baby-Assassin Faced.