Usman Garuba podría ser crucial para el despido de Stephen Silas
Comienza la temporada de hot seats en la NBA y Houston tiene todas las papeletas
La situación en la franquicia de los Houston Rockets no está siendo nada fácil en este comienzo de temporada. El técnico de los de Texas, Stephen Silas, podría dejar su cargo en las próximas horas o días tras un inicio de temporada nefasto en el que el balance es de 1-16, lo que les sitúa como una de las peores franquicias de la NBA.
La defensa de Silas ante estos números es fácil: cuando él firmó por Houston, hace ahora algo más de un año, estaban en plantilla dos estrellas NBA como son James Harden y Russell Westbrook. Sin embargo, al poco de llegar el entrenador jefe, ambos pusieron tierra de por medio y abandonaron el barco rumbo a Nets y Washington Wizards respectivamente.
Sin los dos all-star en el equipo, el panorama de la franquicia cambiaba radicalmente: ahora el objetivo era el desarrollo de jugadores jóvenes como Kevin Porter Junior, Jalen Green o Josh Christopher para poder estar de nuevo en la lucha por el anillo en pocos años.
Fue esa misma misión la que llevó a los de Tilman J. Fertitta (propietario de los Rockets) a firmar a Usman Garuba en el pasado verano tras ser seleccionado en la posición 23 del draft y llegar a un acuerdo con el Real Madrid para ficharlo por 3 millones de euros. En un principio, Garuba llegaba como uno más al equipo de Silas pero estaba claro que no lo era: es el jugador más joven en lograr un doble doble en ACB, el jugador más joven en lograr 13 rebotes en un partido o en el jugador también más joven en llegar a 30 de valoración en un partido de playoffs de Euroliga.
Por todo ello la presión para que tuviese más minutos de los que estaba teniendo no tardó en llegar en Houston: se recogieron firmas en la ciudad para que Usman tuviese más presencia en el equipo. Y eso fue lo que motivó al dueño del conjunto de la Conferencia Oeste a plantearse cambiar a su técnico: ni había victorias ni se estaban desarrollando las que están llamadas a ser sus futuras estrellas.
La pantera de Azuqueca ya habría conseguido un primer paso en la NBA: lograr que su equipo busque a un técnico que de más importancia a los jóvenes como él. Lo siguiente será demostrar que los Rockets no se equivocaron apostando por él.