¡No convencía a Zizou! El mejor goleador del mundo que no quiso fichar
Es mejor mirar hacia otro lado pero el error puede ser histórico y definitivo para el francés
Una más. Otra decisión que condenan al Real Madrid de Zidane. Y ya no saben cuantas van. A Zidane se le acumulan “los muertos” en el armario y cada vez tiene más difícil su defensa. Intenta por todos los medios que sus méritos empiecen a lucir por encima de sus fracasos. Pero es que ya son demasiadas las veces que no ha podido hacer otra cosa que agachar la cabeza y asumir su error.
Sin embargo, el cuerpo técnico sigue defendiendo al francés. Su círculo de allegados defiende que el trabajo realizado es bueno y que el equipo cada vez más asume el papel que debe asumir. Sea cual sea el sistema con el que trabaje el Real Madrid durante la semana. Porque si hay algo difícil para nosotros, es definir el juego o el plan de juego de Zidane y los suyos.
Quizás es uno de los mayores debes del entrenador francés. Es un entrenador sin identidad de juego. Nadie puede decir “este es el Madrid de Zidane”. Quizás su única identidad es que es un entrenador ganador. Y esa es su enseñanza al resto: jugar bien juegan muchos, pero ganar solo gana uno. Y ese, durante tres años seguidos en Champions, fue el Real Madrid.
Sin embargo, también tuvo errores, y grandes, durante esos tres años. En su tercera temporada el Real Madrid tiró la Liga en febrero. Y la copa. La segunda línea, la que le había dado tantos éxitos el año anterior, fue vendida en el siguiente verano. Morata, James, Kovacic…. Todos se fueron por la puerta de atrás buscando más protagonismo.
Zidane pudo fichar, pero le cerró la puerta a muchos jugadores. Entre ellos a Robert Lewandowski. El polaco está haciendo un año terrible. Ayer volvió a marcar y ya son 12 partidos consecutivos los que ha conseguido ver puerta. Lleva 21 goles esta temporada. 18 con el equipo alemán y 3 con la selección polaca.
Zidane consideró, hace dos años, que su mejor tiempo ya había pasado y que no era una competencia buena para Benzema. Retratado una vez más. El polaco es a día de hoy, a sus 31 años, el mejor delantero del mundo. Y el Madrid sin gol se tira de los pelos. Lo que pudo ser y no fue.