Al-Khelaïfi agita mañana al PSG 23/24: arremete contra Messi y Neymar, y Mbappé no lo aguantará
La eliminatoria del Champions League llega en el peor momento para los parisinos
Las derrotas abren heridas muy profundas en los grandes proyectos y cuando estas son recurrentes y pueden tener su eco en la Champions League, cuando se trata del PSG, todo salta por los aires. Es lo que tiene un proyecto despersonalizado y pendiente del genio implantado exclusivamente por los millones: las hebras son finas, muy finas. Al-Khelaïfi no teme al Bayern, siente pavor por lo que pueda ocurrir el martes (21.00, hora española), y con ello viene la agitación y las dudas.
Dos derrotas consecutivas son demasiado en Francia para el PSG, porque su distancia con el resto de equipos galos a nivel de presupuesto es tan notoria que resulta grotesca la comparación, y aún así el Olympique de Marsella los eliminó de la Copa de Francia y en el último partido de Ligue 1 el Mónaco los trituró. Normal que las críticas no cesen: a Galtier, a las estrellas, al proyecto. El enjambre tejido es explosivo en París.
Messi completará esta temporada su segunda campaña en el equipo galo y aún se espera su genio, sobre todo en las grandes noches, y sin embargo llegará justo físicamente ante el Bayern, que es un partido clave, obligatorio para el proyecto. Nada en París se siente como suficiente sin Europa. ¿Y qué pasa con Neymar? El 10 estalló contra sus compañeros ante el Mónaco, porque es líder y porque no encuentra respuestas a tantas dudas que empiezan a surgir. Y encima viene un equipo casi infalible que pondrá a prueba la fiabilidad gala sin su mejor hombre, Kylian Mbappé, que como poco y si juega, lo hará desde el banquillo.
La desesperación, llegado este punto, es masiva. Se duda, si se cae ante los germanos, de renovar al argentino, que ya es muy veterano y pese a su genialidad no tiene chispa. También de Neymar, que nunca fue el líder que dice ser, y se teme a Mbappé, que mira de reojo a su posible libertad en 2024, esa a la que puede empujar otra debacle. Por su parte a Al-Khelaïfi, quien le paga y paga las inversiones en el Parque de los Príncipes, le piden explicaciones, él se la pide a Luis Campos y este, también desfasado, arremetió el sábado contra los jugadores. Dicen en Francia que eso no gustó a Neymar y Marquinhos, que devolvieron el envite. La llama pasó a hoguera y de ahí, gasolina mediante, al incendio, que puede ser devastador mañana.
En definitiva, arde París justo cuando llega la de visita el rival más infalible en esta Champions League, ese que lo ganó todo por goleada en la fase de grupos, que lidera su liga con puño de hierro y que, pese a las bajas, que las tiene e importantes, sabe a lo que juega. ¿Imaginan otra eliminación del PSG en octavos, como ocurrió ante el Real Madrid, teniendo en nómina a Messi, Neymar y Mbappé?