Al-Khelaïfi sopesa pedir perdón: humillado por Mbappé y Florentino, París tiene que recular
El mal momento del Paris Saint-Germain genera una posibilidad rocambolesca
La historia del Paris Saint-Germain en los últimos tiempos se escribe desde sus tropiezos en la Champions League, unos mayores, otros menores, pero todos decepcionantes. Sobre ello y como no podía ser menos, esta temporada, sin estar aún eliminados, los incendios ya han prendido en París tras la derrota ante el Bayern de Múnich en la ida de octavos de final y lo han hecho hasta tal punto de que se plantea que Al-Khelaïfi se humille por Mbappé y, en cierta formas, por Florentino Pérez.
Nos explicamos. El PSG está al borde del KO una temporada más en la Liga de Campeones y ya sabemos que en ese club todo gira en torno a esa meta. Pero si como el epicentro del proyecto faraónico este puede romperse en pleno primer paso de las eliminatorias, como sucedió en la 21/22 ante el Madrid, el club ya sopesa un sustituto a Christophe Galtier, que parece haber perdido el control del vestuario, y ese no es otro que Thomas Tuchel.
Así lo publica RMC Sport, cuyo argumento se centra en que Tuchel fue lo mejor de cuanto ha pasado por París. Y no solo eso, está libre y mirando posibilidades de banquillo.
Llegado este punto confluyen dos asuntos que hacen que Al-Khelaïfi pueda recular de su idea de destituir al germano, como hizo hace varias temporadas, para ahora, en plena tempestad, volverá recurrir a él. Una tiene que ver con Mbappé, que le exige un proyecto ganador e, incluso, que este no tenga en él ni a Leo Messi ni, desde luego, a Neymar Júnior.
Por otro lado surge el Real Madrid, con el que se ha relacionado a Tuchel -también a Mbappé- para la campaña que viene si Ancelotti no satisface el nivel de mínimo exigido en Chamartín.
Recordemos que el PSG llegó a su primera y única final de la Champions League precisamente de la mano de Tuchel, final que perdió ante su actual adversario esta temporada, el Bayern de Múnich. Imaginemos que si Al-Khelaïfi quiere recuperar el cariño y confianza de Tuchel tendrá que cumplir con sus demandas, que no serán pocas.