Campeón del mundo con Griezmann y Barça y Real Madrid fueron a palos por él: su final será dramático
Las acusaciones de dopaje amenazan el final de la carrera del mediocentro francés
Cuando hablamos de aquellos futbolistas que pudieron ser los mejores del mundo, pero nunca lograron ser, el nombre de Paul Pogba debe ser uno de los primeros en salir a la palestra. El actual jugador de la Juventus pasó de ser considerado el futbolista llamado a ser el mejor del mundo en su posición, a ver como su carrera está seriamente amenazada tras dar positivo en DHEA, potenciador de testosterona, hecho por el cual la fiscalía antidopaje pide hasta cuatro años de sanción, lo cual podría poner fin a su carrera.
Y es que, a sus 30 años y con lesiones constantes, un parón de este tipo acabaría por derrumbar, la ya tocada de muerte, carrera de un Paul Pogba que, teniéndolo todo en sus botas, no ha sido capaz de llevar su talento al siguiente nivel.
De futuro balón de oro a caer a los infiernos
El gran talento que posee el mediocentro galo es algo que debe estar fuera de toda duda. En su primer paso por la Juventus, Pogba mostró al mundo la combinación del talento de un mediapunta pequeño con el portentoso físico solamente comparable a una leyenda como Yaya Touré. Sin embargo, el galo no pudo desaprovechar más, unas cualidades que lo convertían en una estrella única en el mundo, cuyo límite era el cielo.
Tal era su nivel, que tanto Barça como Real Madrid se enamoraron de un Pogba que, pese a estar tentado por los dos gigantes españoles, optó por seguir con su carrera en el Manchester United, donde nunca fue capaz de mostrar su mejor versión, en gran parte por culpa de un Mourinho que lo ubicó en un doble pivote donde se perdió esa versión que iluminó al mundo entre 2014 y 2016.
Solamente fue en el Mundial de Rusia de 2018 cuando se vio el mejor Pogba, que junto a Griezmann, Mbappé y Kanté, formó una selección francesa que levantó la segunda copa del mundo de su historia.