City, PSG y Bayern van a la guerra tras sus fracasos en Champions

Venimos contando en Don Balón cuál es la hoja de ruta en estos momentos del Manchester City tras el varapalo sufrido en el tramo final de la eliminatoria ante el Madrid, resuelta en el Santiago Bernabéu, que pasa, primero por asegurar al Premier League, donde poseen una ventaja mínima para en principio suficiente sobre el Liverpool de Jürgen Klopp, y después esperan acercarse a tres nombres en el mercado de fichajes. Con el PSG y el Bayern, dos gigantes que ha sufrido sonorosos fracasos en la Liga de Campeones, hay más incertidumbre. Eso sí, todos ellos, los tres equipos, están condenados a cruzar intereses que despertarán una auténtica guerra en el mercado.

De un lado, el Paris Saint-Germain está pendiente del futuro de Kylian Mbappé, que marca los siguientes pasos del club francés. Con Mbappé, el proyecto sería continuista y buscaría algunos retoques sin mover demasiado las cosas de palacio, pero sin el 10 de Les Bleus todo da un giro radical. De un lado enlazan con el interés del City, parece que casi cerrado, por Erling Haaland, al que pretenden bañar con el oro de Mbappé si este se niega a aceptar la renovación; pero, por otro, interesa mucho en París la figura de Christopher Nkunku, del RB Leipzig.

Y tal y como os adelantábamos en Don Balón, el delantero francés del Leipzig es la principal baza del Bayern si Robert Lewandowski abandona el club germano este verano. Esto último no está asegurado, pero el polaco tiene la intención de conseguirlo, aunque, sea como fuere, Nkunku es objetivo prioritario en Múnich. Ahora bien, estos son los nombres más llamativos de los tres gigantes, pero habrá muchos más.

Aurélien Tchouaméni, Ousmane Dembélé, CR7 y Paul Pogba aparecen en el horizonte cercano del PSG, tanto como lo hacen El Mosquito, Romelu Lukaku y Frenkie de Jong en el del campeón de la Bundesliga. Asimismo, el centrocampista neerlandés del Barça es una prioridad para Julian Nagelsmann pero también lo es (además de para el United) para el City de Guardiola, que ya lo pretendió en el pasado. Y, más allá de nombres, hay un común denominador en los tres clubs: sus respectivas decepciones en la Champions, de forma mucho más acuciada en PSG y Bayern, lo que conlleva exigencias, tanto deportivas como de refuerzos. 

No lo duden, la guerra va a ser intensa.