¡Conmoción! Ni Guardiola se lo cree ¡El Madrid estrena entrenador!

No diga incertidumbre, diga Real Madrid. Lo cierto es que esta temporada –menos aún la anterior- nadie puede poner la mano en el fuego por el conjunto blanco, en ningún partido, en ninguna situación. Y no hablamos de resultados, sino de juego, de dominación, de ocasiones generadas, de gol. Generalmente, al Madrid de Zidane le han faltado uno o varios de cada uno de estos alicientes, siempre. O casi. Y un club como el Madrid no puede vivir con tanta zozobra, por lo que se han tomado medidas desesperadas de forma urgente. Dos concretamente; una va dirigida al francés, la otra busca una tangente al míster galo.

La primera terminó de estallar en el Benito Villamarín, primer partido tras vencer en El Clásico, cuando Zidane afirmó que habían hecho el peor partido de la temporada y que él es el responsable. En lo segundo estamos de acuerdo, no tanto en lo primero. El Madrid ha hecho partidos muy malos esta temporada, hay para elegir. Con todo, sin el liderato y la sombra del Manchester City proyectada sobre ellos, el futuro de Zidane es incierto, y cada vez es más vulnerable. De ahí que haya habido un cambio esta semana.

Desde el club desde luego, porque se le han apretado las tuercas y porque se ha contactado con Mauricio Pochettino de nuevo con el fin de que esté disponible para final de temporada. Varios sectores dentro de la entidad blanca no confían en Zidane y sus decisiones, algunas muy extrañas, y se le ha acabado el crédito de la victoria sobre la bocina: ahora sí hay que escuchar a sus detractores, que son los mismos que colocan al argentino en primera línea para dirigir al equipo en junio. Y Florentino Pérez no está en desacuerdo. Quiere esperar, pero le gusta esta opción. Cada vez más.

El otro cambio tiene que ver con el mismo Zizou. Ya no volveremos a ver al entrenador de Sevilla. El Real Madrid ha cambiado de míster. Ahora Zidane será menos permisivo y va a exigir la actitud más excepcional de las piezas que ponga sobre el césped, no va a pasar ni media señal de flaqueza y debilidad. El que esté, que sume o se eche a un lado. Zidane sabe que está discutido y en el disparadero, y solo le queda el más difícil todavía para salvarse: ganar la liga y remontar en Inglaterra. Ni Pep Guadiola se imagina el Madrid resultante, desde un equipo combativo que les ponga la eliminatoria muy complicada a un cuadro destruido y con la guardia baja: la incógnita blanca se extiende a sus rivales, que no saben qué esperar.