El PSG tiene que parar y Guardiola congela sus pretensiones este año

Los dos clubes ‘estado’ se encuentran bajo una estrecha vigilancia por parte del máximo organismo del fútbol europeo

El PSG tiene que parar y Guardiola congela sus pretensiones este año

El departamento económico de la UEFA vigila por que todos los clubes cumplan el ‘fair play’ financiero y así no se dé ninguna situación de monopolio o bancarrota dentro del fútbol europeo. Este verano están poniendo la lupa especialmente en el Paris Saint-Germain y el Manchester City, sin olvidar a otros equipos como pueden ser Barça o Real Madrid. Esta especial vigilancia viene dada por muchos factores, entre ellos el enorme agujero que ha dejado en las arcas del fútbol las consecuencias derivadas de la pandemia de coronavirus, con muchos presupuestos siendo reducidos mes a mes o, incluso, semana a semana. Por ello, la UEFA quiere acotar los gastos que realicen los clubes, no tendría sentido que se ponga en riesgo la solvencia del balompié, cuando se trata de un motor económico en toda Europa.

Haaland

Es más, podemos ver que tanto el equipo que entrena Pep Guardiola, como el que dirige Pochettino, no están protagonizando grandes portadas entre los rumores de futuros fichajes, por ejemplo no consta que Guardiola se quiera hacer con Mbappé o Haaland, es más, ha descartado la remota posibilidad de que Messi acabara en Manchester, son conscientes de que no cuadrarían las cuentas y ya le han visto las orejas al lobo, no quieren estar sancionados y no poder participar de la tarta de la Champions League. Por parte del PSG tampoco nos encontramos muchos titulares, el deseo de fichar a La Pulga parece haber quedado cerrado en un cajón y se habla más de la salida de Mbappé que de la llegada de algún jugador que desequilibre el nivel salarial del equipo parisino.

Mucho se habla de la salida del Mbappé del PSG

Así pues, a Guardiola le va a resultar extraño este verano, acostumbrado a que su entidad gastase el dinero necesario para reforzar la plantilla, puesto que va a tener menos incorporaciones de las previstas, a no ser que vendan jugadores que tienen salarios altos, que no querrán irse. Del mismo modo, Pochettino puede ver como el proyecto ganador al que creía recalar cuando llegó a París se va desmoronando por tener que vender jugadores y así cuadrar las cuentas evitando una dura sanción.