Escándalo y vergüenza que salpica a Mbappé, Al Khelaïfi y la UEFA: indecencia del PSG al Newcastle

El Newcastle empata en el Parque de los Príncipes con dos decisiones increíbles

Escándalo y vergüenza que salpica a Mbappé,  Al Khelaïfi y la UEFA: indecencia del PSG al Newcastle

Son escasísimas las veces en que se ve en el entorno de la Champions League una prolongación tan enorme como la que decretó Szymon Marciniak, árbitro del duelo entre el Paris Saint-Germain y el Newcastle, pero son nulas las que, además, se toma esta decisión de forma tan injustificada. Y encima, para más inri, el colegiado del duelo, que penalizó descaradamente a los ingleses, pitó fuera de hora un penalti inexistente que tiene a la Premier League revolucionada e indignada a partes iguales, y con razón: el PSG está vivo por dos regalos de la UEFA.

El escándalo es de altura, ya que el equipo de Luis Enrique estaba con un pie fuera de los octavos de final de la Liga de Campeones, y sin embargo el trencilla se inventó (no podemos calificarlo de otra forma) una prolongación de 8 minutos en un choque en el que uno de los dos contendientes no realizó ni un solo cambio, como fue el conjunto magpie. Si ustedes miran la hemeroteca verán que hay pocos precedentes en la Champions League de un añadido tan extenso; ninguno cuando uno de los dos equipos no realiza cambios. Pero todo podía empeorar y lo hizo rozando el esperpento.

En el minuto 98 empató de penalti Kylian Mbappé después de que Marciniak fuera advertido desde la sala VAR de un posible penalti en el área inglesa, que después señaló el polaco. El problema es que el penalti no existe, la jugada es clara. El balón toca claramente el pecho de Tino Livramento y después, al caer, roza el codo de este, sin embargo el gatillo fácil saltó en favor de un PSG que estaba fuera, y esa mano es durísima para la imagen del club francés. Y, claro, el empate lo cambia todo: quita dos puntos al Newcastle y lo deja casi fuera y a expensas de que el PSG salve los muebles en Alemania, frente a un Dortmund ya clasificado (ganó en Milan, 1-3).

Con todo, pese a estar vivos, la falta, la infamia, retrata y mancha a Mbappé, Luis Enrique y el PSG, pero sobre todo a un Nasser Al-Khelaïfi al que le recalcaron en redes sociales su vinculación con la UEFA, como miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA y de la ECA. Pensar tal cosa quizá sea ir demasiado lejos, pero los dos errores tan flagrantes de ayer en un momento tan crítico hacen que la credibilidad parisina sea escasa. No es para menos, los pupilos de Eddie Howe quizá no realizaron el mejor de los partidos, pero merecieron llevarse tres puntos que Marciniak decidió quitarles. La vergüenza copa hoy los rotativos británicos, y, como decimos, no es para menos.

PSG