Florentino Pérez toma una drástica decisión con Ancelotti en París
El entrenador queda, una vez más, totalmente señalado tras la debacle en el juego del equipo blanco
Cuando Zinedine Zidane le comunicó al Real Madrid que no deseaba continuar en la disciplina blanca, que se iba, los impulsos primigenios de Florentino Pérez volaron hacia entrenadores con propuestas mucho más atrevidas y atractivas que las del mismo Zizou, entre los que por supuesto no estaba Carlo Ancelotti, en lo posicional un técnico similar al francés, pero el pleno de negativas que recibió por los preparadores deseados le hizo recurrir a ‘lo malo conocido’, que fue el italiano. Ahora, tras la debacle en el juego del Madrid en París (más allá del resultado) Florentino lo vuelve a tener claro.
Podemos asegurar desde ayer que salvo un milagro superlativo del preparador transalpino, que pasa por un escenario en el que consiga que el cuadro merengue alce su decimocuarta Champions League, Ancelotti no continuará la temporada que viene en el Madrid. No se lo ha ganado. Pensarán que tal vez es injusta esta aseveración, pero si nos fijamos en la idea de futuro que pretende el mandatario, Ancelotti no casa con esa ambición, ni en contenido ni en forma.
Ayer, en el Parque de los Príncipes, Ancelotti hizo todo aquello que lleva proponiendo durante toda esta temporada en el club blanco, solo que con menos brillantez. Metió a su equipo en un bloque bajo descarado, renunció al dominio del balón y la presión sobre el rival, abandonó a Karim Benzema y Vinícius Júnior a jugadas maradonianas de más de 50 metros y se encomendó a Eder Militao, David Alaba y Thibaut Courtois. Con rivales en crisis, como el Barça y el Atlético, o desacertados, como el Inter de Milan o el Sevilla, le ha funcionado, pero con Kylian Mbappé y el PSG, sin realizar el equipo galo un partido superlativo (ni mucho menos), fue diferente. El francés y el equipo de Pochettino liquidaron con justicia una propuesta tan vulgar como fue la merengue; la habitual de Carletto. Dicho de otra forma, el equipo de Ancelotti mereció perder y por una renta mayor. Y no es la primera vez.
Basta un dato para explicar la disparidad que existe entre el asombro y la grandeza que busca Florentino en su Madrid (y las figuras que quire fichar) y lo que puede proponer Ancelotti: el conjunto blanco recibió 21 disparos y se fue de París sin tirar a la portería de Gianluigi Donnarumma. Para el mandatario, la imagen de ayer no solo es decepcionante, sino simplemente inaceptable. Nunca se había visto en los tiempos presentes un Madrid tan mediocre como el de la capital francesa, así de simple. Pero al fin y al cabo, Ancelotti es eso, perfil ultradefensivo, orden y rigor en la zaga y, si se puede, contras vertiginosas; es a lo que lleva jugando toda la temporada, solo que Florentino tuvo que despertar anoche de forma abrupta, ante el primer rival verdaderamente grande de la temporada, de esa realidad que ya le advirtió sobre Carletto en aquel primer impulso suyo tras la salida de Zidane. A decir verdad, la mediocridad de LaLiga solo había ensalzado en exceso un plan grosero, el de este Madrid de Ancelotti, que ahora, en las malas, ya no se sostiene... salvo milagro.
Desde luego que el Madrid puede ganar en el Bernabéu al PSG y pasar de eliminatoria; incluso ayer, en un fogonazo, los blancos podían haber sorprendido al conjunto parisino, pero la realidad de un examen más profundo de este Madrid, más allá de la superficialidad de los resultados, es que Ancelotti no es lo que necesita la entidad y su prestigio.