Galtier, Guardiola y Xavi se la juegan: 'Carletto' discrepa con ellos

Hay dos formas de entender y afrontar, en la más alta élite del balompié europeo, esta rara temporada que ha condicionado el dinero catarí; una, apuesta por un fuerte arreón desde el principio, generando sinergias que confluyan en equipos indestructibles, fiables y con inercia ganadora. La otra, sin alejarse de este guion, plantea una actitud más continuista, reaccionaria, de refuerzos contenidos y paciencia a la espera de ver qué sucede en el Mundial. PSG, City y Barça, representan la primera forma de planificación; Real Madrid, la última.

Pensarán, como es lógico, que el FC Barcelona, tras la mala temporada pasada, necesitaba una fuerte inyección anímica y de calidad para optar en igualdad de condiciones a la meta de metas: la Champions League. Puede ser, aunque el esfuerzo ha ido más allá de lo que muchos pensaban. Pero no es este el caso, al menos no de forma tan urgente, de los parisinos y citizens, que se han reforzado muy fuertemente pese a tener ya unas plantillas muy poderosas. 

El Barça se ha gastado alrededor de 153 millones, por los 147,5 del Paris Saint-Germain y los 139,5 de los skyblue, siendo el trío de los clubs con mayor inversión del continente, como os contábamos en Don Balón ayer, y ello va encaminado en los tres casos a robarle el trono continental al Madrid, más allá de extender sus éxitos a la competición doméstica. Ahora bien, solo puede ganar uno en la Liga de Campeones por lo que al menos dos de ellos fallarán en su propósito.

En la otra orilla está el Madrid, que vuelve a no ser favorito en la UCL y al que se le presupone, por lo justo que va en ataque, un incentivo en el mercado invernal, donde el talento que se demuestre en el Mundial y las posibles lesiones facilitarán quienes son los nombres elegidos. De aquí a la cita catarí restan apenas dos meses, donde pueden pasar muchas cosas pero casi ninguna decisiva (salvo sorpresa), de modo que cabe preguntarse: ¿cuál es la mejor vía de las dos presentadas? No hay respuesta prematura convincente antes de una revaluación tras el Mundial. Después, la orejona buscará dueño, aunque es indudable que la presión, por ahora, está en manos de Galtier, Xavi y Guardiola.