Jude Bellingham retrata a Ancelotti: ante el City se acerca el cambio que afectaría a Vinicius
La posición del inglés comienza a generar dudas en Chamartín
El inicio fulgurante de Jude Bellingham en el Real Madrid fue una de las grandes sorpresas del año en toda Europa. El centrocampista inglés llegó a Chamartín como uno de los jugadores de mayor proyección de todo el planeta. Sin embargo, pese a tener una gran capacidad goleadora para alguien de su posición, comenzar la temporada con 13 goles en 13 partidos fue tan inesperado que llevó a Ancelotti a ver al inglés a como la referencia ofensiva del equipo, algo que ahora, en la fase decisiva de la campaña, le pasa factura.
Si bien, en LaLiga, contar con Bellingham como una especie de todocampista capaz de abarcar desde la posición de falso nueve hasta la de centrocampista, funcionó prácticamente siempre bien, en Champions League, el Manchester City evidenció que el inglés no puede hacerlo absolutamente todo sobre el césped. Y es que, pese a su talento, el hecho de no ser un delantero nato le pasó factura ante Rodri, Rúben Dias y Stones, que secaron por completo a un Bellingham tan fundido como falto de ideas.
De Bellingham a Vinicius y Rodrygo
Con la necesidad de retrasar unos metros a Bellingham, los principales afectados serían Vinicius y Rodrygo, que deberían centrarse mucho más para ocupar los carriles centrales del ataque, dando vuelo a los laterales y aprovechando el espacio que genere un Bellingham más organizador y centrado en dar velocidad a la sala de máquinas blanca y a llegar desde la segunda línea para aprovechar el caos generado por los dos atacantes brasileños, que a diferencia de Jude, sí que están en plena forma.
Carlo Ancelotti sabe que para superar al City en el Etihad, debe recuperar al mejor Jude Bellingham, que, tras su fracaso individual en el partido de ida, deberá reinventarse para ser el jugador diferencial, que fue en el comienzo de año para los blancos. Si bien, podría estar perdiendo presencia en el área rival, sí que lo haría desde la zona de tres cuartos, acercándose más al juego de su gran ídolo y anterior gran 5 del Madrid, un Zidane que, desde la sala de máquinas era capaz de ser el jugador clave del equipo.