Jude Bellingham, la envidia de Ten Hag y Casemiro: cambia a Güler y Modric y condiciona al 7 del PSG
El inglés capitaliza un cambio de rumbo por solidificar, pero muy ilusionante en clave madridista
Tengan una cosa clara, las expectativas generadas, el sumo interés mostrado por varios de los clubs más ricos e importantes de Europa y su precocidad bien conducida no son fuegos de artificio, con 19 años, Jude Bellingham es uno de los mejores jugadores del centro del campo del plantea y lo que es más importante para el Real Madrid, puede cambiar al equipo y hacerlo a mejor. De hecho, lleva poco tiempo, pero ya lo está consiguiendo, de ahí la envidia de Erik ten Hag, entrenador del rival de los blancos ayer, y Casemiro, una de las estrellas de los red devils; de ahí que los jugadores blancos, de Güler a Modric sepan desde esta gira por EEUU que más allá del tema del PSG y Mbappé, el 5 sí era (y será) clave.
Lo era (y es) porque es un jugador diferente, de los que todavía no hay. Un adelantado genética y futbolísticamente. De envergadura colosal, técnicamente superdotado, con una clarividencia magistral, un físico envidiable, mentalidad sólida y capacidad de sacrificio, amén de una precocidad fuera de serie, el internacional inglés avanza más rápido que el resto -fíjense en su edad- y va camino no de cambiar al Madrid, que como decimos ya lo está haciendo, sino de ser uno de los líderes del equipo. Ayer ante el United dejó más muestras de su dimensión, gobernando el pulso del partido y, además, sumando eso que lo hace aún mejor que la mayoría en la medular, el gol, que tampoco fue un tanto cualquiera: desmarque, pausa y máxima creatividad en la ejecución.
⚽ @realmadrid 2-0 @ManUtd
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) July 27, 2023
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Los blancos se llevaron una victoria pulcra (2-0) ante uno de los equipos más duros y con mejor plantilla de la Premier League y la Champions League, como es el Manchester United de Ten Hag, donde, entre otros cracks, han de brillar en Old Trafford jugadores de la talla de Casemiro, Bruno Fernandes o Marcus Rashford, y de todos ellos Bellingham fue el mejor. Por tanto, más allá del culebrón Kylian Mbappé, el Madrid está cada vez más tranquilo: invirtieron bien los más de 103 millones de euros que costó el británico y si no llega nadie más, tienen el crack indicado.
Bisagra entre el presente y el futuro
Bellingham está llamado a hacer de bisagra entre la construcción blanca y el ataque merengue, entre los Modric, Camavinga o Kroos y los Vinicius, Rodrygo o Joselu (anoche autor de un gol, de fantástica chilena), y como tal, es quien engarza y da sentido al nuevo esquema, ya sea en rombo o cuadrado, del 4-4-2. En lo pragmático, así es, pero también en los simbólico, porque un jugador tan joven que lidera se ha consolidado como hilo de unión entre la calidad más veterana de la plantilla, que representa el capitán, Luka Modric, y el más joven talento del equipo, un Arda Güler que aún no ha debutado. Es como si la edad ya no importase. Por tanto, el elegido era el inglés y lo de Mbappé, si llega al Madrid, será bien recibido pero ya sin urgencias porque en el Bernabéu duermen tranquilos: el nexo, el futuro, el motor del equipo ya está cerrado, suma y da partidos al Madrid.