Koeman tiene dudas con él y desea castigarle: tremendo lío en el Barça

Con la llegada de un nuevo envite europeo tras haber tropezado en el último compromiso liguero, Ronald Koeman tiene pensado tomar decisiones importantes en su equipo y dar un toque de atención a los jugadores que más dudas le han generado en los últimos choques. Son varios los efectivos de la plantilla culé que están rindiendo muy por debajo de lo esperado, pero hay uno que está sorprendiendo abismalmente: Leo Messi.

El jugador argentino está atravesando una crisis futbolística que está dilapidando los resultados del FC Barcelona. A pesar de que sigue atesorando unas cualidades encomiables y sigue dejando detalles de absoluto fuera de serie, no tiene la misma chispa que en temporadas anteriores y ha perdido ese ápice diferencial que le está dando muchos dolores de cabeza a Koeman y sus compañeros. Tras un verano muy complicado el que ha vivido el rosarino en el que ha estado muy cerca de abandonar el club, todo hacía prever que realizaría una última temporada en la ciudad condal digna de su trayectoria en el equipo. De momento, una auténtica utopía.

Al igual que él, varios jugadores capitales de la plantilla blaugrana están dejando mucho que desear en los últimos partidos: Gerard Piqué, Sergio Busquets, Jordi Alba, Frenkie de Jong o Antoine Griezmann son los principales culpables de que el equipo atraviese una de las situaciones deportivas más complicadas de la última década.

Tras el último tropiezo ante el Alavés, el técnico holandés está dispuesto a tomar decisiones drásticas y a terminar con la condición de ‘indiscutibles’ para algunos de ellos. Puede ser la primera vez que un entrenador se atreva a sentar a Lionel Messi por su bajo rendimiento y no como simple descanso, algo que resultaría inédito y sumamente sorprendente para todos los aficionados culés, pero solamente así el equipo podrá dar un giro radical a la dinámica tan negativa que padece y, de esa forma, devolver la alegría a sus seguidores.

El FC Barcelona se enfrenta a un mermado Dinamo de Kiev con el propósito de atajar de golpe las malas sensaciones manifestadas a raíz de la derrota en El Clásico, con el equipo 'B' de Koeman como protagonista: golpe de efecto a los estandartes culés.