La Champions sonríe al Real Madrid, pero Guardiola acaba con Carletto

Para el espectador neutral, el encuentro disputado ayer entre el Manchester City y el Real Madrid fue uno de los choques más divertidos de los últimos años en la Champions League, pero los aficionados merengues tienen más de un motivo para disgustarse con la actuación del equipo y, sobre todo, con las decisiones tomadas por Carlo Ancelotti. Una vez más el técnico italiano volvió a ser superado tácticamente y ahora ha sido Pep Guardiola el que ha acrecentado las dudas de la directiva blanca sobre la continuidad del italiano la próxima temporada.

La montaña rusa de emociones que se está viviendo este curso en el seno del Real Madrid ha señalado a ‘Carletto’ en múltiples ocasiones. Sus decisiones y falta de recursos para exprimir las mejores cualidades de su plantilla han provocado innumerables críticas esta temporada, una dinámica que podría terminar con el técnico fuera del club el próximo verano: si ya Mauricio Pochettino y Thomas Tuchel dieron un repaso al entrenador trasalpino, Guardiola desnudó por completo las carencias de este.

A colación de esto cabe señalar que, si el Madrid sigue vivo en la eliminatoria, la cual se resolverá el próximo miércoles, 5 de mayo, en el Santiago Bernabéu, es porque Karim Benzema volvió a firmar una actuación estelar en esta Champions, un Benzema que tras su doblete de anoche ya ha alcanzado los 13 goles en la presente edición y que es la gran esperanza blanca para sellar una nueva remontada en el fuedo merengue.

No obstante, a pesar de que el equipo aún tiene muchas posibilidades de acceder a la gran final, la figura de Ancelotti ha vuelto a quedar muy tocada tras el enfrentamiento contra el City. Guardiola dio una clase magistral en lo táctico al italiano y la superioridad sobre el terreno de juego fue constante a lo largo del encuentro: donde estaban dos jugadores del Madrid, había tres del conjunto inglés.

Ya son numerosas las ocasiones en las que Ancelotti ha dejado patente su incompetencia para afrontar partidos de este calibre y, si Florentino Pérez no quiere seguir mostrando esta imagen en Europa, deberá tomar cartas en el asunto el próximo verano, algo que podría tener su máximo exponente en la destitución del italiano.