La verdad del escándalo Messi: por esto no ha jugado contra el Dinamo

El Barça cumplió con el trámite, y logró vencer al Dinamo de Kiev, en un encuentro marcado por las numerosas bajas que había. Ronald Koeman apostó por un once inicial inédito, repleto de sorpresas, en un duelo sin demasiado en juego, pues, salvo catástrofe, ya tenían asegurado el pase a los octavos de final de la Champions League. Y, además, como primeros de grupo, pues han sido capaces de vencer en todas las jornadas que se han disputado.

Sin Gerard Piqué, sin Leo Messi, sin Frenkie de Jong, sin Anssumane Fati, sin Sergi Roberto, sin Sergio Busquets… muchos titulares no estaban disponibles, y es por ello que pudimos ver a los menos habituales. Futbolistas como Junior Firpo o Carles Aleñá, que estaban casi inéditos, tuvieron su oportunidad, igual que un Konrad de la Fuente o un Oscar Mingueza que celebró su debut con el primer equipo, y dejó buenas sensaciones, o un Matheus Fernandes al que aún no se había podido ver. Los goles corrieron a cargo de Sergiño Dest, que abrió la lata, y se estrenó como goleador, y de Martin Braithwaite, que anotó su primer gol de la temporada, y que después pondría el cero a tres final desde el punto de penalti, marcando su doblete. Antoine Griezmann, ya en el descuento, puso la guinda al pastel.

Pero el marcador no fue lo más comentado, ya que todos esperaban una victoria con relativa facilidad y comodidad. Y eso que en la ida hubo momentos de tensión y sufrimiento, pues los de Mircea Lucescu incluso estuvieron cerca de rascar un empate. Lo que más llamó la atención de todos fue la alineación, ya que, por ejemplo, 'el Principito' comenzó en el banquillo. Ni siquiera las bajas le salvaron del castigo al que fue sometido por sus recientes declaraciones.

Aunque, sin duda, lo más sorprendente fue el hecho de que el capitán del Barça no estuviera ni en el banquillo. Muchos se preguntan a que se debe la decisión, ya que no creen que sea por descanso ni por rotaciones. La realidad, según cuentan, es que no le apetecía viajar, lo que demuestra que tiene la cabeza más fuera que dentro. Ya ni le preocupa lo que pase ni lo que hablen de él, a pesar de que no sea nada bueno, pues auguran su final pronto.

Está ausente.