Lewandowski se rebela, choque durísimo entre Luis Enrique y Arteta y Kylian Mbappé cierra el círculo
La segunda jornada de la Liga de Campeones, condicionada por LaLiga, a escena
La nueva Liga de Campeones exige a los grandes equipos una regularidad mayor, una que en muchos casos no se hace excesivamente exigente -ahí está el calendario más que asequible de Barça o Atleti, no así el del PSG-, por eso Robert Lewandowski, que conoce bien lo que se le viene al Barça en la tercera jornada exige un cambio ante un rival muy endeble; justo cuando chocan Luis Enrique y Arteta y Mbappé cierra el círculo.
El Barça se enfrentará al pobrísimo Young Boys en su estadio con la única misión de golear el conjunto visitante y sumar tres puntos que den aire para afrontar su otra gran prueba de esta liguilla, el tercer partido del curso ante el Bayern de Múnich, su bestia negra. Y, como decimos, muy diferente será esta jornada para el PSG, que tras ganar al Girona (1-0) arranca su ascensión por los tramos más abruptos de esta liguilla con un durísimo cara a cara con el Arsenal de Mikel Arteta, que encima necesita ganar tras su pinchazo (0-0) ante la Atalanta.
Por su parte, el Real Madrid tiene un encuentro trampa, como el que sufrieron los culés en el arranque ante el Mónaco, en su caso frente al Lille, un conjunto inferior, pero por contexto y ritmo bien capaz de hacer sufrir a los blancos. Además, como aliciente extra, Kylian Mbappé volverá a Francia, liga que dominó con puño de hierro con el PSG y lo hará para enfrentarse a su hermano, Ethan, que juega en el LOSC.
También tendrá una complicadísima prueba el Bayern en su visita a Villa Park, donde los de Unai Emery quieren erigirse como la sorpresa de esta edición de la UCL. Complicadísimas salidas tienen también el AC Milan, ya muy apurado tras su primera derrota, ante el Liverpool (1-3), en su salida frente al Bayer Leverkusen, que arrasó al Feyenoord (0-4), y de la Juventus de Turín, que visitará al siempre correoso y esta vez apurado RB Leipzig.
Todos los equipos tratarán de achicar esfuerzos ligeros para no verse mermados en la UCL.