PSG y United se meten en medio de la ilusión de Eden Hazard

Si le hubieran dicho a Eden Hazard en la final de la Europa League de 2019, de la que salió vestido de gloria como MVP y con el título para el Chelsea, que iba a fichar por el Real Madrid para comenzar un calvario que ya se extiende durante tres temporadas y le ha quitado totalmente el cartel de crack, seguramente no habría estampado su firma con el conjunto blanco. Tal vez sí, pero el caso es que para el belga toda ayuda en estos momentos es bienvenida y el interés del Real Madrid en Antonio Rüdiger lo es, algo que le ilusiona, pese a que el PSG y el United empiecen a enredar en esta película.

Tal y como os contábamos en Don Balón, el Madrid quiere llevar a cabo otro caso David Alaba con el central germano a las órdenes esta temporada de Thomas Tuchel; es decir por la vía de la finalización de su contrato y tratando exclusivamente con el entorno del jugador, sin otro club por medio. Y también os asegurábamos que Florentino Pérez está en disposición de firmar al internacional con la Die Mannschaft. Pues bien, el fichaje de Rüdiger ilusiona a un Hazard desesperado en el Madrid, que se agarra a cualquier clavo ardiendo.

Y el líder de la zaga blue lo es, con el que tiene una gran relación fruto de las dos temporadas que vivieron juntos en Londres. Es verdad que el 7 blanco ya posee aliados de fuerza en la plantilla actual merengue, como Thibaut Courtois, pero nunca se tiene suficiente cuando las lesiones y el estado de forma han destruido al que fuera uno de los mejores jugadores del mundo. Sí, para Hazard Rüdiger sería otro apoyo en la plantilla blanca, y el PSG y el United quieren arruinar esta ilusión.

Al parecer el mismo Ralf Rangnick y Leonardo están hablando con el agente del defensa del Chelsea para tratar de convencerlo de que sus respectivas propuestas son más atractivas que la del Real Madrid. Y el agente escucha. A estas alturas de la temporada y con todo abierto en el fichaje del alemán, serán clave dos asuntos: el primero el tema económico, que contará en la decisión; el otro es la ilusión del jugador, que podría decantar la balanza en favor de uno u otro contendiente. Sobre ello, hay que decir que la Ligue 1 no interesa en demasía al defensa.