Pudo irse al Liverpool o fichar con Arteta, pero el español se queda… y Laporta lo quiere en 2025

Uno de los más grandes talentos que hay en LaLiga es Martín Zubimendi. El español es uno de esos jugadores que desprende un aura de jugador estelar y a su vez de sobriedad y seriedad, que lo convierten en un perfil anhelado por todo entrenador. En este sentido, el pivote de la Real Sociedad ha recibido ofertas de todos lados para abandonar el conjunto txuri urdin, algo que, por ahora, no va a suceder.

Tras haberse negado a fichar por el Barça o el Arsenal de Mikel Arteta, el último en ser rechazado ha sido el Liverpool de Arne Slot. El conjunto de Anfield veía en el internacional con Luis de la Fuente, a una pieza clave para dotar de solidez un centro del campo que carece de ese jugador que actúe como director de orquesta en ataque y de gran muro en fase defensiva. Sin embargo, como apunta Fabrizio Romano, el conjunto de Merseyside ya da por perdido a un Zubimendi que está absolutamente centrado en seguir en la Real Sociedad. 

Cada rechazo a la Premier, una victoria para Laporta

Por muy grande que sea el amor que profesa Zubimendi por el conjunto donostiarra, la realidad es que si quiere convertirse en el mejor del mundo en su puesto y ganar grandes trofeos, en algún momento deberá partir. En este sentido, el club que siempre estará abierto a su incorporación es el Barça. Y es que en el Camp Nou hace años que están enamorados del pivote español, al que desde la marcha de Busquets han designado como el sucesor más fiel al legendario 5 de Badía.

Ante esta situación, Joan Laporta ve con ilusión, todas y cada una de las calabazas que da Zubimendi a la Premier o a cualquier otro club. Y es que, de cara a 2025, si quiere dar el paso definitivo y salir de la Real Sociedad, el Barça será el primero en presentar candidatura al fichaje del que consideran el mejor mediocentro defensivo para suplir a Sergio Busquets en la medular culé. 

De modo que ahora, tras el no al Liverpool, Joan Laporta ya sueña con que 2025 sea, por fin, el año en el que el Barça pueda lanzarse con todo a por Martín Zubimendi.