Ronald Koeman lo logra y hunde a todo el barcelonismo: piden dimisión
La situación del holandés es muy crítica en el banquillo blaugrana
La última jornada de la fase de grupos de la presente edición de la Champions League no solo ha dinamitado las opciones del FC Barcelona de pasar a octavos como primero de grupo, sino que además muchos jugadores y, especialmente, Ronald Koeman han salido muy mal parados del compromiso frente a la Juventus.
Y es que la Vecchia Signora apabulló a un conjunto culé que ha dejado una vez más en evidencia su falta de competitividad en las grandes citas. Pero ese no está siendo el único déficit de un equipo que está prácticamente roto, ya que además su entrenador parece haber agotado todos los cartuchos y solamente un milagro en el mercado invernal podría renacer de sus cenizas a una plantilla que ha perdido el norte. Ni siquiera Leo Messi es capaz de coger el timón en estos momentos tan críticos, por lo que se vaticina un segundo tramo de campaña muy complicado y muy poco esperanzador para sus intereses.
La humillante derrota frente al conjunto comandado por Cristiano Ronaldo supuso una cornada con doble trayectoria: el FC Barcelona accede a los octavos de final como segundo de grupo, lo que implica tener que afrontar la siguiente eliminatoria, casi con toda seguridad, contra el Bayern de Múnich… justo lo que ningún aficionado quería hace unos días.
Pero ahí no radica todo el drama de la debacle, ya que Koeman ha logrado algo que los últimos entrenadores del equipo no: ha roto la racha del Barça en la máxima competición continental tras haber encadenado 38 partidos consecutivos sin perder en su propio feudo, con 34 victorias y 4 empates. Y es que precisamente fue el conjunto bávaro el último equipo en asaltar el Camp Nou en la Champions League, cuando le endosó un doloroso 0-3 el 1 de mayo del año 2013.
No cabe la menor duda de que el holandés tendrá que dar un giro radical a la situación del equipo si quiere mantener su puesto la próxima temporada… aunque las arcas del club están tan devastadas que solamente una inyección de capital consecuente de un buen resultado final tanto en la Champions League como en la Liga Santander podría alimentar de savia nueva la plantilla culé: batacazo letal.