Zizou le elige e incendia Chamartín: colleja para Benzema, pero acepta

Por fin ha llegado, ya esta aquí. El Real Madrid afronta la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League con la intención de dar un golpe sobre la mesa tras el mal comienzo de temporada cosechado por el equipo, una tarea que no resultará nada sencilla ya que enfrente estará un Inter de Milán que quiere dar la puntilla a los blancos. Los tropiezos en los primeros envites de la presente edición han lastrado a un conjunto merengue que no tiene más margen para errar: Zidane se juega el cuello al frente del banquillo, ya que una eliminación tan precoz dinamitaría sus opciones de dirigir el proyecto blanco.

Para colmo de males, si la presión es sumamente alta dadas las circunstancias, cuenta con un aliciente negativo más: el Real Madrid no podrá contar con varios de sus pesos pesados para este vital choque, entre ellos Sergio Ramos y Fede Valverde. Ambos han sido dos de los jugadores más destacados en este primer tramo del curso y especialmente la baja del capitán puede ser decisiva a la hora de frenar a un delantero del nivel de Romelu Lukaku.

Aunque esas dos son las bajas confirmadas, sumadas a la Jovic tras haber dado positivo en COVID, otros efectivos de la plantilla no se encuentran a su mejor nivel, por lo que Zinedine Zidane valora la opción de apostar por algunos de los menos habituales: Mariano toma fuerza.

El delantero de origen dominicano apenas ha sido utilizado por el técnico galo estos meses, pero ha demostrado que pese a las pocas oportunidades con las que ha contado tiene gol, mucho gol. Lo demostró en el último envite frente al Villarreal y tendrá una nueva reválida para tratar de convencer a su entrenador. Karim Benzema no ha entrado en la convocatoria tras no haber superado sus molestias en el aductor, por lo que Mariano Díaz será la referencia ofensiva de un equipo que necesita mas que nunca la magia de Eden Hazard, hasta ahora una de las mayores decepciones del Real Madrid en los últimos tiempos.

Zidane con el agua al cuello, necesita un golpe de efecto para revertir la situación y el Giuseppe Meazza dictará sentencia.