Iba a ser el nuevo Kaká: la eterna promesa que no encuentra su sitio

El Chelsea creía haber dado en el clavo cuando se hizo con los servicios de una joven promesa llamada Lucas Piazón. En su país natal, Brasil, había brillado con luz propia, y le comparaban con el mítico Kaká, pues tenía un estilo y unas condiciones similares, salvando las distancias, claro. Pero en Atlético Paranaense comenzó a llamar la atención de los mejores clubes y se fue al Sao Paulo, antes de cruzar el charco y poner rumbo a Europa, al cumplir la mayoría de edad.

Unos años más joven que Neymar Junior y Philippe Coutinho, pues nació en 1994, todos esperaban que fuera cuestión de tiempo que se convirtiera en una de las estrellas de la Premier League. Pero, en el año que estuvo en Stamford Bridge, apenas gozó de oportunidades en el primer equipo, y decidieron que lo mejor para su progresión era que se fuera cedido. Tenían miedo de que su inversión, de casi ocho millones de euros, se fuera al traste.

Y probó suerte en La Liga Santander, en las filas del Málaga, donde tampoco le dieron oportunidades. Sin saberlo, ahí comenzaría una larga etapa de préstamos que aún dura a día de hoy, por un futbolista que fue internacional con la selección ‘canarinha’ en categoría sub 17, sub 20 y sub 23. En la Eredivise, en el Vitesse Arnhem, afiliado de los ‘blues’, dejó buenas sensaciones, y por eso se fue a la Bundesliga, a defender los colores del Eintracht de Frankfurt.

El problema es que en Londres seguía sin tener hueco, y ya empezaron las cesiones a equipos de divisiones menores, como el Reading o el Fulham. Después, llegó su etapa en la Serie A en las filas del Chievo Verona, y desde verano de 2019 se encuentra en La Liga NOS, en las filas del modesto Rio Ave. Obviamente, en el Chelsea ya han perdido la esperanza, de hecho, la perdieron hace tiempo, de que explote. Va camino a cumplir 27 años, y sigue sin hacerlo.

Piazón es otro crack al que le pudo la presión, pues comenzó a ganar fans y elogios demasiado rápido.