Luís Díaz se cuela en la agenda de un grande de Europa
Tiene un interés serio para sacarle del Oporto

Luís Díaz cuajó una muy buena actuación ante el Manchester City de Pep Guardiola, presentándose ante los ojos de los ojeadores. Porque no se arrugó, y demostró su talento y su descaro en la Champions League, la competición más grande a nivel de clubes que hay. Estuvo 55 minutos sobre el césped, pues acabó muy cansado, pero le dio tiempo a marcar gol, y a incordiar a la zaga rival. A sus 23 años, es una de las grandes esperanzas de su país.
Porque en la selección colombiana esperan que se asiente como titular indiscutible, y que dispute la próxima Copa América. En el Oporto ya es pieza importante, y la campaña pasada ya cuajó muy buenas actuaciones, en su primera aventura por el futbol europeo. No en vano, pagaron ocho millones de euros por él, una apuesta importante, que no tardó en dar sus frutos. Y puede ser su próxima gran venta, si sigue así.
El ex de Junior de Barranquilla llegó al Estadio Do Dragao con la intención de seguir los pasos de compatriotas suyos como Fredy Guarín, James Rodríguez, Jackson Martínez o Radamel Falcao. Todos ellos la rompieron en la Liga NOS, y se ganaron su traspaso a un club más grande, a cambio de un dineral. Y, por lo pronto, ya ha conseguido colarse en la agenda de varias escuadras que compiten en las cinco grandes ligas, en las que sueña con competir pronto.
Entre los que pujaron por él se encontraba el Tottenham Hotspur de José Mourinho, que llegó a ofrecer 15 ‘kilos’. No obstante, se remitieron a la cláusula de rescisión, cifrada en 80. Una auténtica burrada, a la que todavía nadie está dispuesto a llegar, si bien todavía quieren intentar suerte, por ver si logran una rebaja. Como por ejemplo, el Stade Rennais, que está armando un proyecto muy competitivo, y que este curso también disputan la máxima competición continental.
Quieren repetir su tercer puesto en Ligue 1, y tienen dinero tras la venta de Edouard Mendy al Chelsea de Frank Lampard. Así lo demostraron, fichando a Jérémy Doku, una de las grandes joyas del panorama mundial.
Y más, si venden a Eduardo Camavinga.