Habrá guerra por la presidencia del club: Riquelme y Tévez cara a cara

En Argentina dan por hecho que el actual jugador de Boca se presentará en 2023

Habrá guerra por la presidencia del club: Riquelme y Tévez cara a cara

La situación institucional de Boca Juniors no está para tirar cohetes. Trazando algunos paralelismos, la inestabilidad que vive el club xeneize recuerda, hasta cierto punto, a la que ha sufrido el Fútbol Club Barcelona hasta hace unas semanas. En Buenos Aires las aguas bajan revueltas en el equipo azul y oro y ahora ha sido el Vicepresidente 1º, Mario Pergolini, quien ha dimitido, dejando la vacante libre y a disposición del presidente, Jorge Ameal.

Ha sido el propio Ameal quien ha reconocido que lo más lógico es que sea Juan Román Riquelme quien ocupe dicho cargo hasta las elecciones de 2023, comicios a los que el ex jugador de Boca y Fútbol Club Barcelona entre otros, desea presentarse para ser nombrado presidente con plenos poderes. Desde que en 2019 Riquelme entrase en la junta directiva, este se ha visto muy a gusto en sus nuevas funciones de despacho y es por ello que está decidido a dar el paso hacia el cargo presidencial.

Ahora bien, lo que se viene contando en Argentina, y muchos ya dan por hecho, es que el principal rival de Riquelme para alzarse con el cetro de mando del club será un ex compañero y amigo como es Carlos Tévez. El delantero argentino, actualmente jugador de Boca, tiene en mente presentarse y sabe que para que cumpla con los requisitos deberá dejar de ser jugador de Boca antes de noviembre de 2022, puesto que las elecciones se celebrarán a finales de 2023 y los estatutos del club exigen que el candidato esté desvinculado de la plantilla, al menos, con un año de antelación a la celebración de las elecciones.

Tévez y Riquelme

Así pues, Tévez está meditando jugar en Boca hasta junio de 2022 y entonces buscar una salida a otro club para jugar hasta verano de 2023 y ahí si, colgar las botas y ponerse manos a la obra con la preparación de su proyecto para tratar de imponerse a un Riquelme que para entonces ya llevará cuatro años trabajando en la vicepresidencia del conjunto argentino. La batalla entre dos viejos amigos y compañeros de club y de selección está servida.