Por cosas como esta Florentino sueña con el regreso de José Mourinho
Pasa el tiempo y en el recuerdo del presidente blanco solo hay cosas positivas. ¡Pura melancolía!
Florentino Pérez sigue esperando al momento propicio para que José Mourinho viva su segunda etapa como entrenador del Real Madrid. Ambos se desean y se respetan por partes iguales. Mourinho tiene una espina clavada con el equipo blanco y quiere tener la oportunidad de ganar la Champions con el Real Madrid. Al menos disputar una final que nunca llegó cuando era entrenador blanco. Las rozó en muchas ocasiones, pero sin éxito.
Esa espina clavada que tiene el entrenador portugués ha hecho que nunca cierre la puerta del todo para ser entrenador blanco. Sin embargo, Florentino, con el que tiene una relación más que buena, siempre ha dejado claro que el ex del Oporto volvería cuando todos los factores fueran propicios para ello. Con la actual plantilla, con jugadores a los que entrenó y no acabó bien, su vuelta era un tiro al pie.
Jugadores como Sergio Ramos o Luka Modric no terminaron bien con el de Setúbal. Algunos como Hazard, al que ya tuvo en el Chelsea, tampoco les hacia gracia tenerle de nuevo en el banquillo. Por eso el presidente blanco frenó todo el año pasado cuando Solari fue cesado. Este otoño cuando el Madrid parecía una banda de nuevo, el nombre de Mourinho volvió a sonar con fuerza.
Hoy hace 9 años de la primera final entre José Mourinho y Pep Guardiola. Era la Copa del Rey y el equipo blanco venía como víctima ante el potente equipo de Pep Guardiola. Era el tercer año del técnico catalán como entrenador blaugrana y el Barça era el mejor equipo del mundo.
El Madrid llegaba con un Cristiano Ronaldo en forma, pero con un medio del campo entre algodones. Pepe tuvo que jugar ese día de medio centro defensivo. Para algunos no fue más que una excusa que buscó Mourinho para justificar el ser más defensivo.
Fue una final buenísima. Con un Barcelona peor con el balón que de costumbre gracias al buen trabajo defensivo del Madrid. Ambos equipos tuvieron oportunidades claras. Casillas salvó una a Villa de esas que parecen imposibles de salvar. El Madrid tuvo un cabezazo de Pepe al palo imposible de olvidar.
Bien entrada la prorroga y con ambos equipos pensando en los penaltis, una jugada espectacular de Coentrao acabó en Di María. El centro del argentino buscó a Cristiano. El portugués en un majestuoso salto batió a Pinto tras un cabezazo antológico. El Madrid vencía al Barça y el reinado de Guardiola se tambaleaba.
Una victoria que supuso un golpe anímico para el Madrid y que sirvió para que esa plantilla cosechará los éxitos que llegaron después. La décima con Ancelotti, las tres Champions seguidas…
Florentino no olvida aquel día en Valencia y piensa en días como hoy en José Mourinho. Algún día se volverán a cruzar sus caminos. Están predestinados.