A Florentino le chirría: el fallo de Deschamps, como el de Ancelotti, condenará a Camavinga y Mbappé

El fútbol moderno tiene estas cosas. En un deporte tan físico, cada vez más, en el que las distancias en la élite se pueden marcar por el músculo extra y no tanto por la clase, ‘este tipo’ de jugadores proliferan. El problema es que equipos en la cúspide que se la juegan abiertamente por el talento y la creatividad, como España, retratan este plan, ese por el que apostó Didier Deschamps, que ha llevado a la mejor selección jugador por jugador de esta Eurocopa a caer eliminada con una mala imagen tras otra, bien lo saben Eduardo Camavinga y Kylian Mbappé.

¿Por qué?

Para muchos seguidores franceses la pregunta era obvia con su seleccionador, de ahí que pidan ‘su cabeza’ ¿Por qué? Se preguntan qué lleva a un entrenador a apostar por un doble pivote de contención, de destrucción, cuando hay tanto talento esperando en el banquillo; qué lleva a Deschamps a jugar con Tchouameni y Kanté, además de Rabiot, en lugar de dar más fútbol a la medular de les bleus. En semifinales, Fabián Ruiz y Rodri desmadejaron al trivote inoperante en lo creativo francés, y a Florentino, en clave merengue, como a muchos madridistas les chirría de nuevo una pata de esa mesa, la suya.

O lo que es lo mismo, Tchouameni volvió a ejercer de mediocentro organizador de Francia y volvió a ser un jugador irrisorio, pequeño en recuperación y mucho más chico en la creación. El jugador que le costó 80 millones de euros al Real Madrid volvió a decepcionar, otra vez dejó una sensación de futbolista enorme en lo físico y francamente pobre en lo constructivo, lo que contribuyó a que Francia estuviera encaminada a practicar el juego directo y someterse a la circulación de balón de La Roja. Vale que Mbappé no ha estado bien y que Camavinga poco pudo hacer para revertir la situación del partido, pero de ellos sí se puede esperar un recurso genial, ¿podemos decir lo mismo del de Ruan?

Paralelismos

Lo peor para el Madrid es que Tchouameni esta temporada sí o sí tendrá que ser uno de los que se encargue de aportar en la organización, en la salida de balón, en la agresividad en fase defensiva, en la filtración de balones o en los cambios de juego, y así como, dentro de sus contrapuntos, Camavinga -que como sucede con Ancelotti, fue suplente con Deschamps- sí está capacitado para ello, al ex del Mónaco parece que ese papel le viene grande, muy grande. Y por ahí surge un problema para el Madrid, sin Kroos no hay red y el déficit de fútbol puede ser alarmante para el campeón de Europa, como le sucede a la Francia de Deschamps. El aviso ahí queda.