El mister que le cerró las puertas en el Barça se arrepiente

El destino es caprichoso y muchas veces une y desune caminos de forma muy curiosa. Si no, que se lo digan a Luis Enrique, actual seleccionador de la roja, y a Adama Traoré, jugador del Wolverhampton y ahora también internacional con España. Hasta aquí todo normal. Entrenador de una selección que llama a un jugador de otra liga porque está despuntando y porque además puede ser llamado por otra selección (Mali). 

Lo caprichoso del destino viene cuando se conoce la primera parte de la historia, porque la que hemos contado hasta el momento es la segunda. Adama se formó en la cantera del Barcelona y cuando empezaba a tener posibilidades de asentarse en el primer equipo, en verano de 2014, llegó Luis Enrique al banquillo culé. En ese momento, Adama ya entrenaba con el primer equipo e incluso había debutado en LaLiga y en la Champions League con el Tata Martino, el anterior técnico blaugrana.

Pero en esos primeros meses de 2015 Luis Enrique decidió no contar con el veloz extremo diestro y, tras cansarse del ostracismo, Adama decidió irse a la Premier League (el Aston Villa pagó 10 millones de euros por él). Para el mister asturiano el ataque blaugrana estaba bien cubierto con Messi, Neymar, Suárez y Pedrito, por lo que no necesitaba a un canterano para lograr los objetivos de la temporada. De hecho, esa temporada, la 2014-2015, el Barcelona conquistó la Champions (y hasta la fecha su última), LaLiga y la Copa del Rey. 

Pero como decíamos al comienzo, el destino es caprichoso y ha querido proporcionarle a Luis Enrique una segunda oportunidad. Cinco años después de aquello, el ahora seleccionador ha llamado a Traoré y le ha convertido en jugador internacional con serias aspiraciones de disputar su primera Eurocopa en el verano de 2021. Además, se sabe que el primer día de concentración, el martes pasado, el técnico le pidió perdón al jugador por lo sucedido entonces en el Barcelona. 

Adama, sin embargo, no siente rencor alguno y está muy agradecido al entrenador de Gijón por haberle llamado ahora para debutar con la roja. Así pues, todos contentos y, si se llega lejos en la Eurocopa de dentro de unos meses, quizás hasta se coman perdices, como en los buenos cuentos.