Zidane llama a su crack después del partido y vuelven a discutir

No le pudo salir peor al Real Madrid el choque entre Gales y Croacia: dos estrellas sobre el campo, dos lesiones. De unas, el golpe de Luka Modric -hombre fundamental en el medio del campo y figura clave en la lucidez para hacer efectiva la salida de balón blanca- cayó lesionado tras un choque muy fuerte con Wilson, que le dejó incapacitado incluso para apoyar la pierna. A Zidane se le heló el corazón al verlo, sabe que el croata es aún insustituible y se acerca El Clásico.

Pero es que Gareth Bale sufrió otro de esos episodios que lo sumieron en la oscuridad en el pasado reciente, otro amago de lesión muscular, otras molestias en el peor momento. El galés, que consiguió el tanto del empate de su selección frente al cambiando arlequinado y da alguna esperanza a su país, fue el mejor de su equipo, otra vez, y demostró que enchufado es un jugador crucial.

Con todo, ambos percances parecen molestias que no revisten gravedad. En principio. Por eso cuando Ryan Giggs comentó tras el partido ante la prensa que Gareth Bale sufría importantes calambres en su pierna durante el partido, que le hacían cojear ostensiblemente, y no quiso cambiarse, a Zidane le entraron sudores frío de ira y lo comentó a su entorno. El británico, para un duelo como el de Barcelona, tampoco tiene recambio.

Ese nivel de intensidad que tanto pide Zizou a sus jugadores cuando se ponen la camiseta del Real Madrid, lo vio en el medio centro y en el extremo en el partido de clasificación disputado en el Cardiff City Stadium. Es justo lo que quiere y justo lo que le pide a sendos jugadores. Por eso le molestó que el galés no pidiese el cambio cuando estaba tocado, ya que ponía en riesgo su integridad a pocos días para el encuentro ante el Barça, siempre trascendental; discutió con su entorno sobre el hecho y espera poder hablar con Bale del asunto a su vuelta.

Zidane espera el máximo de ambos jugadores y que los dos estén disponible y al 100x100 para el Camp Nou.