Ansu Fati figura en una operación rocambolesca entre Barça y Sevilla

El atacante busca revitalizar su carrera en otro club.

Ansu Fati figura en una operación rocambolesca entre Barça y Sevilla

No es ninguna novedad que la carrera de Ansu Fati ha disminuido con el correr del tiempo. Las reiteradas lesiones, sumadas a la llegada de nuevos talentos al club, crearon una tormenta perfecta para que el joven de 22 años, que estaba llamado a ser el sucesor de Lionel Messi en el Barça, tenga que conformarse con tener un lugar en el banquillo. En este contexto, el jugador y la directiva culé estudian la posibilidad de un traspaso para que pueda recuperar el nivel que supo tener al inicio de su carrera.

En las últimas semanas, apareció un interés concreto del Sevilla, que necesita reforzar la línea delantera debido al bajo nivel que están mostrando varios de sus futbolistas. El nombre de Ansu Fati fue propuesto por el entrenador andaluz, García Pimienta, quien tiene una excelente relación con el futbolista y su entorno. Para dejarlo ir a coste cero, Joan Laporta tiene pensado pedir a un jugador a cambio para reforzar una zona sensible del equipo de Hansi Flick: la medular.

Ansu Fati define la operación Sevilla

Laporta está interesado en contar con los servicios de Lucien Agoumé, el centrocampista franco-camerunés que llegó al club andaluz procedente del Inter de Milán. Un puñado de encuentros fue suficiente para que el joven de 22 años demuestre que tiene un gran talento para manejar el control del balón y convertirse en el termómetro de un equipo. Estas características de juego encajan a la perfección con el sistema que propone el entrenador culé Hansi Flick.

Otra cuestión a tener en cuenta es que su juventud puede ser útil para el proyecto de renovación que encabeza el alemán, sobre todo teniendo en cuenta que es prácticamente un hecho que Frenkie de Jong no renovará su contrato con el Barça.

Urgencias en ambos lados

Un dato para destacar en esta historia es que las dos instituciones necesitan que la negociación se concrete. Por un lado, Laporta está haciendo cuentas para quitarse de encima 35 millones de euros y así poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. La salida de Ansu ayudará a aliviar esta cuestión.

Sevilla, por su parte, cubrirá una posición importante sin tener que incurrir en un gasto excesivo que ponga en jaque sus finanzas.