Flick no le dirige la palabra en el Barça desde hace dos meses
El técnico alemán no tiene relación alguna con un jugador de la plantilla

Una de las cosas que ha demostrado Hansi Flick es que no se casa con nadie. El ex entrenador del Bayern de Munich y de la selección alemana venía con la clara idea de seguir potenciando el modelo Barça, confiando en jugadores de la cantera, y potenciando un equipo que, ahora sí, se ve en construcción y línea ascendente.
Flick, tiene un once más o menos tipo. Pero si tiene que sentar a futbolistas de la talla de Dani Olmo, Lewandowski o Pedri no se corta ni un pelo. Al final, el técnico teutón siempre ha dejado muy claro que si se quiere aspirar a todo hay que hacer rotaciones y dar descansos. Eso se traduce, a su vez, en que tenga un buen fondo de armario con jugadores muy rodados y que cuando salen a penas se nota un descenso del nivel de juego.
Hansi Flick e Iñaki Peña no se dirigen la palabra
Con Marc-André ter Stegen lesionado de larga duración, el Barça tuvo que acelerar la contratación de un guardameta que, a priori, venía a ser suplente de Iñaki Peña. Y así fue hasta el 21 de diciembre de 2024 cuando el portero alicantino jugó su último partido oficial con el Barça, en la derrota en liga por 1 a 2 ante el Atlético de Madrid.
Szczęsny, polaco de 34 años, y que se encontraba recién retirado del fútbol disfrutando del mundo del golf, recibió la llamada del Barça y no le hizo un feo. Su segunda vida como portero de reinicio en Barbastro, en partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, un 4 de enero de 2025. Desde entonces el Barça no sabe lo que es perder en los 17 encuentros que ha disputado hasta día de hoy.
Szczęsny, inicio dubitativo
Aunque el portero polaco, ex de Juventus, Roma o Arsenal, empezó mostrando algunas debilidades como era el juego de pies y los lances en los que tenía que medir sus salidas. La verdad es que con el paso de las semanas se notó una mejoría importante en estas facetas.
Flick, que como ya hemos dicho no se casa con nadie, vio un portero con mucha corpulencia, que era capaz de hacerle pequeña la portería al rival, y que estaba dotado de unos grandes reflejos bajo palos. Y es que, a pesar de los errores en sus inicios, tanto en la final de la Supercopa de España, donde fue expulsado con roja directa, como en el calamitoso partido en campo del Benfica en la liguilla de la Champions, el tiempo le ha acabado dando la razón a Hansi Flick.