Tan bueno como Lamine Yamal, llegó a afianzarse en el Barça, ahora no tiene club y puede retirarse con 30 años
Una perla de La Masía, en un via crucis

El fútbol también tiene algunas historias tristes, y no todos los jugadores que eran considerados como futuras estrellas mundiales han llegado a alcanzar su máximo potencial, y tener la carrera que se esperaba de ellos. Y en el Barça podemos encontrar el ejemplo de un futbolista que apuntaba muy alto, pero desgraciadamente se quedó por el camino. Y no hablamos de Ansu Fati, al que también podemos mencionar, visto lo visto.
Se trata de otro crack que llegó a ser apodado como el nuevo Leo Messi, y como la gran esperanza de La Masía, algo similar a lo que sucede con Lamine Yamal en estos momentos. También tuvo su momento de gloria en el primer equipo, en el que llegó a afianzarse, aunque nunca fue titular indiscutible, a diferencia del astro de 17 años de edad, que ya puede ser designado como la estrella del conjunto que dirige Hans-Dieter Flick a día de hoy.
El protagonista de esta triste historia es un Gerard Deulofeu que fue quemando etapas a una velocidad de crucero, y que deslumbró en el filial, cuando en ese entonces aún competía en La Liga Hypermotion. Pero Luis Enrique le obligó a irse, para iniciar un periplo que le llevó a defender los colores de escuadras como el Everton o el Milan, antes de volver al Spotify Camp Nou y vivir una segunda etapa a las órdenes de Ernesto Valverde.
Tampoco tuvo mucha suerte, y acabó recalando en el Watford, antes de llegar a Udinese, donde recuperó la sonrisa, y se convirtió en una de las sensaciones de la Serie A. Hasta que su rodilla dijo basta, y sufrió una grave lesión, rompiéndose el ligamento cruzado anterior, con una posterior recaída, que le mantiene alejado de los terrenos de juego desde hace ya varios años. Y tras llegar a un acuerdo, en el pasado mes de enero abandonó la disciplina del club.
Actualmente se encuentra sin trabajo, y tratando de recuperarse para poder volver a sentirse futbolista de nuevo. Pero la realidad es que no hay nadie que parezca estar dispuesto a apostar por él, y su rehabilitación sigue dando problemas, lo que amenaza con poner punto y final a la carrera de Deulofeu, con apenas 31 años.