Vinícius pierde los nervios con Gavi en el túnel de vestuario al final del Clásico en la Supercopa de España

El brasileño tuvo un partido para el olvido y fue sustituido en la segunda mitad.

Vinícius pierde los nervios con Gavi en el túnel de vestuario al final del Clásico en la Supercopa de España

El Barça de Hansi Flick derrotó por 5-2 al Real Madrid en Yeda y se quedó con la Supercopa de España. Lamine Yamal fue la figura excluyente del encuentro y dejó en evidencia que el equipo de Carlo Ancelotti sufre cada vez que lo atacan. El conjunto culé terminó el partido con 10 hombres por la expulsión de Szczęsny, pero no tuvo problemas para defender el marcador. Raphinha (x2), Lewandowski, Baldé y Lamine fueron los autores de los goles del conjunto culé. Kylian Mbappé y Rodrygo Goes marcaron para el club blanco.

El partido comenzó favorable al Real Madrid, con un Vinícius que generó estragos en la línea defensiva rival. Sin embargo, con el correr de los minutos, Gavi se hizo dueño del control del balón y empezó a manejar los tiempos del encuentro, lo que significó un verdadero dolor de cabeza para Eduardo Camavinga y Federico Valverde.

Vinícius se apaga

A pesar del 0-1, el Barça de Flick continuó con su idea de juego y le asestó tres golpes consecutivos al Real Madrid, dejando en evidencia las falencias del fondo blanco y, en especial, que Tchouaméni no siente la posición de defensa central.

Cuando el partido parecía que terminaba en goleada histórica, el árbitro Gil Manzano se apiadó del club merengue y evitó mostrarles la segunda amarilla a Vinícius y Camavinga. Ancelotti, muy inteligente para esta clase de situaciones, decidió sustituir al brasileño al ver que la historia ya estaba sentenciada. El italiano está cansado de que su futbolista estrella sea más noticia por los problemas que genera en el campo de juego que por sus goles, asistencias o regates.

El cruce con Gavi

Notoriamente enfadado con el resultado del encuentro, Vinícius tuvo unos cruces con algunos futbolistas del Barça que estaban eufóricos por dejar en ridículo, por segunda vez en el año, a su clásico rival.

Lo concreto es que el club culé viajó a Arabia Saudita con más dudas que certezas por los problemas administrativos que se generaron con Dani Olmo y Pau Víctor, y regresa a casa con una sonrisa y la confirmación de que Lamine está hecho para situaciones importantes. Ancelotti, por su parte, se va preocupado y no sabe qué será de su futuro en el Real Madrid.