Dembélé empieza a ser un problema en el vestuario del PSG, Al-Khelaïfi estaba avisado
Ousmane Dembélé tiene a Luis Enrique desesperado
Ousmane Dembélé ya es un problema en el vestuario del Paris Saint-Germain, por culpa, como no, de su poca profesionalidad. Un problema del que Nasser Al-Khelaïfi ya estaba avisado cuando decidió ficharlo, hace poco más de un año, procedente del Barça, pagando los 50 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión. Una cantidad ridícula, por un crack que es considerado como uno de los mejores extremos del planeta, y que tiene unas habilidades fuera de todo tipo de discusión.
Pero es tan bueno como irregular, y en muchos encuentros tiene una tendencia preocupante a desaparecer. Aunque las grandes polémicas que han acompañado al futbolista de 27 años durante su carrera han sido lejos del terreno de juego. No solo por las constantes lesiones que le han perseguido durante su carrera, sino también por su poco compromiso y su tendencia a no respetar los horarios de descanso, además de llegar tarde a los entrenamientos.
Xavi Hernández logró reconducir esta conducta, y fue el entrenador que mejor comprendió a ‘El Mosquito’, con el permiso de Thomas Tuchel. Luis Enrique, en cambio, ya ha tenido más de un desencuentro con el canterano del Stade de Rennes, y hace unas semanas fue castigado por un episodio de indisciplina, quedándose fuera de la convocatoria para enfrentarse al Arsenal, a pesar de ser un choque decisivo en la Champions League.
Y este incendio entre Dembélé y el entrenador gijonés ha ido en aumento a medida que avanzan las semanas. Le pide que asuma muchas más responsabilidades, y que ejerza como líder, ahora que Kylian Mbappé ya no está en la plantilla. Pero lo cierto es que el habilidoso atacante sigue mostrándose tan insolente como de costumbre, y aunque es cierto que ha mejorado las estadísticas que logró el curso anterior, con esto no es suficiente.
Los cinco tantos y las seis asistencias que ha repartido en la Ligue 1 son muy buenos números, pero han sido contra rivales de menor entidad, mientras que en la Champions aún no ha estrenado su casillero.
Y lo que más preocupa en el Parque de los Príncipes es que sigue teniendo la manía de llegar el último a las charlas, a los entrenamientos y a los partidos, algo que tiene a Luis Enrique desesperado, que no consigue solucionar este dolor de cabeza, como aseguran en el país galo.