El Liverpool se venga del Real Madrid por Alexander-Arnold y llama al intocable de Ancelotti

En el Liverpool no ha sentado nada bien conocer que el futuro de Trent Alexander-Arnold pasa por el Real Madrid. Porque esperaban poder convencerlo para que ampliara su contrato, que finaliza el 30 de junio, y que siguiera a disposición de Arne Slot. No solo es una pieza indispensable en sus alineaciones, sino que es el segundo capitán de la plantilla, y uno de los ídolos de la afición, ya que se formó en la cantera y ha desarrollado toda su carrera en el club.

Y precisamente por ese motivo, el lateral de 26 años ha tomado la decisión de irse, para iniciar una nueva aventura. Así que ha rechazado todas y cada una de las ofertas que le han hecho llegar para ampliar su vínculo, y ya tiene un acuerdo totalmente cerrado con Florentino Pérez, que le ha presentado un salario desorbitado, con una prima y unos bonus brutales. Una operación muy similar a la de David Alaba, Kylian Mbappé o Antonio Rüdiger, que también llegaron libres.

Precisamente, por eso ha generado tanto escozor en Anfield, pues no solamente perderán a una de sus principales figuras, también lo harán sin ver absolutamente nada a cambio. No percibirán ningún tipo de compensación, y se irá totalmente gratis, obligando a tener que encontrar a un sucesor de garantías, lo que se presupone que será una misión realmente complicada. Pero ya tienen preparada una venganza, y es que tratarán de llevarse a un crack del Santiago Bernabéu. 

Ese es Rodrygo, por el que ya mostraron interés en el pasado, y del que no se han conseguido olvidar. Con el fichaje el crack brasileño, el Liverpool mataría dos pájaros de un tiro, vengándose de Florentino Pérez por el robo de Alexander-Arnold, y de paso, encontrando a un magnífico reemplazo para Mohamed Salah, quien también tiene muchos números de decir adiós al finalizar la presente campaña, momento en el que será agente libre.  

Pero al tener contrato en vigor con el Madrid, los ‘reds’ deberán de llegar a un acuerdo, y poner mucho dinero encima de la mesa. Por menos de 100 millones de euros, es imposible que se sienten a negociar…