Florentino Pérez perdió la cabeza por él, estuvo a punto de pagar 70 millones, ahora es un pufo en la Premier
El Real Madrid se libró de firmar a un fracaso

Quizás ya haya caído en el olvido para mucha gente, pero hubo un periodo en el que Mykhaylo Mudryk se convirtió en prácticamente una obsesión para Florentino Pérez. Quedó prendado de sus habilidades cuando el Real Madrid se enfrentó al Shakhtar Donetsk en la fase de grupos de la Champions League, y realizó una consulta para conocer su disponibilidad y su precio, al considerarlo como una interesante alternativa para el ataque.
Carlo Ancelotti, por su parte, también había dado el visto bueno a la llegada de un futbolista que destacaba por su increíble velocidad, su impresionante golpeo de balón con ambas piernas y su capacidad realizadora. Sin descuidar que era apenas un chaval de 21 años, lo que hacía que fuera aún más interesante, gracias al margen de mejora que tenía por delante. Pero en el Santiago Bernabéu decidieron echarse para atrás al conocer su impresionante tasación.
70 millones de euros pedía la escuadra ucraniana para permitir la fuga de su gran perla, y que se convirtiera en la venta más cara de su historia, y uno de los traspasos más costosos de todos los tiempos. Esto también ahuyentó al resto de sus admiradores, pero no al Chelsea, que durante el mercado de invierno de 2023 decidió apostar por él, momento en el que también realizó una gran inversión por otras estrellas como Benoit Badiashile, Enzo Fernández, Malo Gusto o Noni Madueke.
Y Mudryk ha acabado por convertirse en uno de los grandes pufos que se recuerdan en la historia de la Premier League, debido a su complicada adaptación a Stamford Bridge. Tampoco le ha ayudado la crisis institucional en la que se han visto envueltos los ‘blues’ desde su aterrizaje, pero es evidente que se esperaba mucho más de él. Apenas ha logrado un total de 10 tantos desde su llegada, así como nueve asistencias, y sin llegar a afianzarse en la titularidad.
Para colmo, hace unos meses fue suspendido por dopaje, y amenaza con estar hasta cinco años alejado de los terrenos de juego. No cabe duda de que el Madrid acertó rechazando esta operación. Todd Boehly, en cambio, mordió el anzuelo.