Florian Wirtz no quiere saber nada del Barça ni del Real Madrid, decide su nuevo destino

Florian Wirtz ha sorprendido y ha dejado a todo el mundo de piedra después de conocerse la decisión que ha tomado con respecto a su futuro. Y es que todo hacía indicar que este por fin sería el año en el que haría las maletas y dejaría el Bayer Leverkusen, tras proclamarse campeón de la Bundesliga y de la DFB Pokal, y llegar a la final de la Europa League, pero optó por quedarse un año más, como hicieron todos sus compañeros, y también el entrenador, Xabi Alonso.

Pero parecía inevitable que en 2025 acabara diciendo adiós, para iniciar una nueva aventura, y recalar en una escuadra mucho más poderosa, donde pueda pelear por la Champions League y seguir con su imparable progresión. Y entre los pretendientes del canterano del Colonia ya había aparecido escuadras como el Bayern de Múnich, el Liverpool, el Paris Saint-Germain, el Manchester City, el Barça o el Real Madrid, que estaban en disposición de hacer una gran oferta.

Ni corto ni perezoso, el mago alemán no había tenido ningún tipo de inconveniente en asegurar que su gran sueño es vestir de azulgrana y jugar en el Spotify Camp Nou, aunque no es necesario recalcar que es la opción más compleja, por el limitado presupuesto que tienen Joan Laporta y Deco, y por los múltiples efectivos que ya tiene Hans-Dieter Flick para el centro del campo. Por lo tanto, lo más probable es que finalmente se mudara a otro lugar.

Y la ventaja parecía ser para los de Vincent Kompany, si bien ahora se habrían enfriado los contactos, debido a la reciente renovación de Jamal Musiala, que pasará a cobrar 25 millones de euros netos al año. Wirtz ya no es un problema en el Allianz Arena, y en lugar de valorar el resto de opciones de futuro, ha decidido mostrar su lealtad al conjunto 'aspirinero’, donde ya tendría un acuerdo verbal para ampliar su actual contrato, que finaliza en 2027.

Firmará hasta 2028 o 2029, y recibirá una importante mejora de sueldo, mientras que también se asegurará de incluir una cláusula de rescisión que le permita abandonar el BayArena en un futuro, a cambio de unos 130 ‘kilos’.